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Para una mujer, frisar los 40 años se convierte en una edad de riesgo si quiere tener un hijo. El reloj biológico puede complicar sobremanera el embarazoSilvia Nanclares (Madrid, 1975) se enfrentó a ese momento tras un suceso decisivo, la muerte de su padre. Coincidió también que tenía pareja y cierta estabilidad laboral. Cuenta lo que le ocurrió a partir de entonces en Quién quiere ser madre (Alfaguara), su primera novela. Se trata del relato autobiográfico de su proceso hacia la maternidad durante las 38 semanas en que tardó en redactar el primer manuscrito de esta obra. La autora comparte la presión familiar y social, las inquietantes visitas a la sanidad pública, el desconocimiento del propio cuerpo, la angustia y la depresión mensual, el negocio privado de la reproducción asistida, el desgaste de la pareja, la soledad y los apoyos y la liberación.  De lo íntimo a lo colectivo, también reflexiona sobre la maternidad tardía, los vacíos del feminismo ante nuevos conflictos personales, el estigma de la infertilidad, la necesidad del cuidado y los lazos comunitarios. Pretende que su obra sirva y oriente a otras muchas mujeres en situaciones similares. De todo ello dialogamos en esta entrevista. (Entrevista de Manuel Sollo).

El joven que denunció al padre Román por un supuesto delito de abusos sexuales cuando era menor ha considerado que el comportamiento del grupo era similar al de una secta, ha reiterado que sufrió violaciones y vejaciones y ha dicho que tardó en denunciar porque estaba anulado por el único procesado, para el que la Fiscalía pide nueve años de cárcel. "Era como si perteneciera a una secta cerrada, virulenta, que él lideraba, asumiendo todos sus abusos", ha descrito en alusión al procesado el joven D.R., que ahora tiene 27 años y que ha apuntado diferentes abusos sexuales que dice haber sufrido durante años.

(Entrevista de Manuel Sollo). Un alférez falangista, Manuel Mena, muere a los 19 años en la batalla del Ebro. Su familia, franquista de primera hora, le honrará como un héroe en el pequeño pueblo extremeño de Ibahernando. Allí nació también su sobrino nieto Javier Cercas, quien casi ochenta años después, ya prestigioso escritor, investigará los motivos de aquel joven, y con él su propia vergüenza política, la hondonada fratricida y los silencios y vacíos de los suyos, comenzando por su madre, Blanca Mena, la mujer que alienta el relato. Esta es la historia de "El monarca de las sombras" (Literatura Random House), la novela con la que Cercas regresa a la Guerra Civil 16 años después de "Soldados de Salamina". Sobre personajes reales, como su amigo el cineasta David Trueba y los vecinos que le abren su memoria, el autor maneja una doble estructura: por un lado, la del historiador que levanta acta notarial de los sucesos que atañen a Manuel Mena, entre ellos su participación en las contiendas más crueles del conflicto; por otro, la indagación personal y afectiva del narrador que, en primera persona, comparte su tortuosa relación con el pasado y la propia construcción narrativa.  Al fin,  concluye, consigue entender y contar la historia de muchas familias y sus herencias bélicas desde un presente que se asemeja de forma peligrosa a aquel primer tercio del siglo XX, aterido por los totalitarismos. Aquí reflexionamos sobre esta "novela moral y belicosamente antibelicista".