El presidente de Burkina Faso ha decretado tres días de luto tras el ataque armado que ha costado la vida a más de un centenar de civiles. La matanza, que no ha sido reivindicada, se enmarca en el aumento del yihadismo en la zona del Sahel. Se trata del episodio más sangriento registrado en este país africano desde el inicio en 2015 de una ola de violencia yihadista. Su objetivo ha sido la base de los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP), un cuerpo paramilitar creado por el Gobierno burkinés para combatir a los numerosos grupos yihadistas que operan en la zona, confirmaron fuentes de seguridad. Los asaltantes irrumpieron de madrugada en el pueblo y, además de atacar la base de los VDP, penetraron en numerosas viviendas, ejecutaron a quienes encontraban a su paso e incendiaron las viviendas y el mercado local. Los enfrentamientos se prolongaron durante toda la noche.
Foto: AFP / Issouf SANOGO