El profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Complutense, Ignacio Álvarez-Ossorio, ha analizado la escalada de violencia entre Israel y Hamás que comenzó el pasado lunes. "Si no hay una fuerte presión de la comunidad internacional, e muy difícil que Israel frene su ofensiva", ha explicado Álvarez-Ossorio, que ha subrayado que las guerras y los conflictos siempre benefician a los extremos. "En el caso palestino, es evidente que Hamás intenta instrumentalizar el conflicto. En el caso de Netanyahu, es evidente que necesita anotarse un éxito y el electorado israelí suele reconocer medidas enérgicas contra los palestinos", ha explicado. "Gaza es una prisión a cielo abierto con dos millones de personas que no pueden entrar ni salir. En Gaza no puede haber ataques quirúrgicos por mucho que a Israel le guste usar esa expresión", ha recordado el profesor.
119 palestinos y nueve israelíes han muerto desde el lunes por el lanzamiento de cohetes de Hamás desde la franja de Gaza y la contundente respuesta del ejército de Israel que ha intensificado sus ataques en las últimas horas con más de 150 bombardeos por tierra y aire. Hay más de 800 palestinos heridos en Gaza y el frágil sistema de salud de la franja apenas tiene medios para atenderlos. "Estamos a punto de llegar a una situación dramática en el hospital. Hay escasez de recursos sanitarios debido al bloqueo", nos cuenta el director médico del hospital de Al-Shifa.
Desde que comenzó la escalada bélica asimétrica entre Israel y las milicias de Hamás y la Yihad Islámica, el pasado lunes, han muerto ya 119 palestinos en Gaza entre ellos 31 menores. Los heridos ascienden a 830, según el Ministerio de Sanidad del enclave.
En Israel han muerto siete personas, entre ellas dos menores, por el impacto de cohetes lanzados desde Gaza.
El ataque de la madrugada del viernes se ha iniciado con 50 rondas de bombardeos por tierra y aire en 40 minutos, según ha detallado el propio Ejército israelí.
Los objetivos, según los militares, son puestos de las milicias palestinas, principalmente, la red de túneles subterráneos donde sus miembros se protegen. Pero las bombas caen sobre edificios y población civil en un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados y poblado por 2 millones de personas.
El ataque se realizó desde el exterior, sin que las tropas entraran en el territorio palestino, aunque desde hace días Israel acumula personal y material en la frontera con la franja, lo que hace temer una invasión terrestre.
ElEjército israelí ha iniciado en la madrugada de este viernes un intenso bombardeo desde tierra y aire sobre la Franja de Gaza en plena escalada bélica iniciada hace cinco días, mientras mediadores internacionales intentan detener lo que podría ser otra devastadora guerra si Israel aplica sus planes de una operación terrestre. El ejército ha redoblado su ataque y Hamas responde con el lanzamiento de cohetes. También se han lanzado proyectiles contra territorio israelí desde el Sur del Líbano. Desde el lunes han muerto al menos siete israelíes y más de un centenar de palestinos.
El próximo fin de semana será el primero que transcurra por completo sin estado de alarma. Los empresarios del ocio nocturno han pedido que para evitar botellones y aglomeraciones en las calles se reabra sin limitaciones horarias, sseguran que de esta forma se daría una alternativa "legal y controlada". La incidencia acumulada de los contagios sigue bajando y se sitúa en 166 casos por cada 100.000 habitantes en las últimas 24 horas, 5.700 persoans se han contagiado y 73 han fallecido con la COVID-19. El Gobierno asegura que en el mes de junio llegarán 13 millones de dosis de Pfizer, el doble que en mayo, que permitirán un avance importante en el programa de vacunación. En Estados Unidos, los vacunados estarán exentos de llevar mascarilla, también en los interiores, salvo en espacios muy concurridos y hospitales. El país tiene ya a más de un tercio de su población inmunizada.
La economía en España solo llegará a niveles previos a la pandemia en 2023, según el informe anual del Banco de España, que ha propuesto, entre otras cosas, abaratar a la mitad los costes de despido para indefinidos, favoreciendo la creación de fondos personales de compensación.
Fuera de nuestras fronteras, se intensifican los bombardeos israelíes desde tierra y aire en Gaza, el ejército ha redoblado su ataque y Hamas responde con el lanzamiento de cohetes. También se han lanzado proyectiles contra territorio israelí desde el Sur del Líbano. Desde el lunes han muerto siete israelíes y más de un centenar de palestinos.
Y este fin de semana se cumplen 10 años del 15M, una manifestación que derivó en acampada y fenómeno social que quería cambiar la gestión que se estaba haciendo de la crisis y también la forma de hacer política. El 15M fue germen de partidos e ideas que han centrado buena parte de la vida política de la última década.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha reiterado al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el apoyo de Estados Unidos y ha señalado que “Israel tiene derecho a defenderse cuando hay cientos de cohetes sobre su territorio”. Washington frena, de momento, una resolución de la ONU sobre el conflicto, mientras el propio secretario general, António Guterres, clama por enterrar un conflicto que parece interminable. Por su parte, la Unión Europea pide el fin inmediato de la violencia a ambos bandos y reclama a Israel moderación en el uso de la fuerza y el fin de los asentamientos y desalojos en Jerusalén Este, detonante de la crisis.
El Ejército israelí acumula tropas en la frontera con la Frontera de Gaza y no se descarta una invasión terrestre. Israel insiste en que su objetivo son los mandos y las estructuras de Hamás y de la Yihad. Los bombardeos israelíes suman ya 87 muertos y cientos de heridos. Desde Gaza siguen lanzando cohetes, más de 1.600 desde el lunes, y hoy han lanzado uno contra el segundo aeropuerto de Israel, que está a más de 200 kilómetros de la Franja de Gaza. Además, en muchas ciudades israelíes ha estallado la guerra del odio entre judíos y árabes
Las milicias de Hamás han difundido algunos de los 1.500 cohetes con los que están atacando distintas ciudades de Israel. Son un tercio de los que dispararon durante toda la guerra de Gaza, en 2014. La organización yihadista ha mostrado además un vídeo en el que se ve como hacen saltar por los aires un todoterreno del ejército israelí. Un militar falleció, aseguran. Una muerte que Israel, que ha comenzado su ofensiva también por tierra no sólo por aire, ha reconocido. Aunque no ha confirmado el lugar donde falleció el soldado. En lo que llevamos de semana, han muerto, en total, 87 palestinos y 7 israelíes.
El coronavirus ha obligado a que 47 españoles no puedan abandonar Nepal después de que el gobierno local decidiera cancelar los vuelos internacionales hasta el 31 de mayo por la pandemia. El grupo de alpinistas de Juanito Oirzabal y Sebastián Álvaro lo están viviendo en primera persona. Nepal ha alcanzado cifras récords, casi al mismo nivel de incidencia de la vecina India.
La embajada española desaconseja los viajes no esenciales a Nepal. Los alpinistas españoles llegaron allí con todos los requisitos obligatorios: PCR, visado y cuarentena.Estaban de escalada, pero ante las noticias preocupantes que les llegaban, volvieron a Katmandú.
No todos han seguido los mismos pasos. El alpinista Carlos Soria se ha quedado en la montaña con la intención de conquistar el ochomil. Las autoridades españolas ya están trabajando para traerlos de vuelta a casa.
Israel prepara tropas terrestres en la frontera de Gaza, mientras continúa bombardeando la ciudad. Durante la noche, el Ejército israelí ha atacado bloques supuestamente ocupados por partidarios y milicias islamistas. Por su parte, Hamás también mantiene el lanzamiento de cohetes, que han provocado varios incendios en Israel. Además, la convivencia entre la población mixta está saltando por los aires.
En Afganistán ha comenzado este jueves un alto el fuego de tres días decretado por los talibanes. La violencia en el país se ha recrudecido en las últimas semanas, después de la retirada de tropas estadounidenses y de la OTAN, entre ellos los 24 militares españoles que abandonaron este miércoles Kabul. La misión española en el país ha durado 19 años y algunos militares que participaron en ella cuentan cómo fue la misión.
Hablamos con Salah el Sousi, profesor de Farmacia jubilado, uno de los cien españoles con doble nacionalidad que viven en Gaza y que podrían ser evacuados a España si hay un alto el fuego. "No podemos dormir, están bombardeando por todas partes, no cesan ni de día ni de noche. Es la ofensiva más brutal de las que he vivido. Están tirando torres enteras de 15 pisos, están bombardeando civiles", nos cuenta el Sousi, que tiene claro que saldrá de Gaza hacia España en cuanto pueda. El consulado español está en contactos directo con ellos para estudiar una operación complicada porque afecta a España, Israel, Jordania y Egipto y requiere que las hostilidades cesen al menos durante tres o cuatro horas.
Meir Margalit, profesor israelí y activista de derechos humanos, ha hablado en el informativo '14 horas' sobre los enfrentamientos entre israelíes árabes e israelíes judíos que se están registrando en las ciudades mixtas de Israel: un conductor palestino ha sido linchado por judíos extremistas en Tel Aviv, mientras que un judío ha resultado herido de gravedad en un incendio provocado por palestinos en Acre. "La sociedad israelí se ha radicalizado y se ha derechizado en los últimos años y ha llegado a niveles de racismo insoportables", ha dicho Margalit que cree que nunca ha habido coexistencia entre israelíes judíos y árabes. "Vivían en dos planetas diferentes. Tenían algún contacto, pero por debajo rugía un volcán", ha explicado.
Sebastián Álvaro, exdirector de Al filo de lo Imposible y Juanito Oiarzabal se encuentran atrapados en Nepal, cerrada al exterior por el coronavirus y están a la espera que algún vuelo charter pueda transportarlos a algún destino como Dubai o Estambul.
"Katmandú está confinada y la situación es difícil", ha comentado el periodista,al tiempo que ha confirmado que el Ministerio de Exteriores está trabajando para sacarlos del país, circunstancia que "no puede considarse como un rescate" ya que esa posibilidad pasa por pagarse de su bolsillo un nuevo billete.
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