En Estados Unidos, una investigación periodística ha sacado a la luz un bombardeo contra mujeres y niños en Siria en 2019, cuando estaban buscando yihadistas. No es la primera vez que el ejército estadounidense silencia un error, hasta que la prensa lo hace público y termina reconociéndolo.
Después de cinco años de bombardeos contra el autodenominado Estado Islámico, los terroristas estaban acorralados en una franja de tierra. El 18 de marzo un avión estadounidense peinaba la zona en su busca. Lo que divisó fue una multitud de mujeres y niños. Un dron lanzó una bomba sobre ellos y más tarde lanzó más.
En el centro de operaciones de Catar, algunos militares estadounidenses lo veían en directo, incrédulos. ¿Qué hemos hecho? Decía uno. Hemos bombardeado 50 mujeres y niños, respondía otro.
Son los testimonios que ha recabado el diario New York Times. Un oficial pidió una investigación, alertó de que podía ser un crimen de guerra, pero la investigación nunca tuvo lugar. Los mandos militares no reconocieron el ataque hasta ahora, cuando el periódico lo ha destapado. Declaran que hubo 80 muertos, sin embargo, que es difícil distinguir a los terroristas de los civiles.
Estados Unidos prometió informar de las muertes de civiles en sus ataques con dron. En 2019 lanzaron casi 1.000 bombardeos en Siria e Irak. En total cuentan 22 civiles muertos, aunque el ataque del 18 de marzo no aparece.
En el último ataque con dron en Afganistán murieron diez personas de una familia, siete niños. El ejército pidió perdón, no obstante concluyó que no hubo negligencias y no impuso castigos.
Foto: EFE/EPA/STRINGER.