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Japón recuerda este miércoles, en su 78 aniversario, el bombardeo atómico de Nagasaki. Se produjo tan solo tres días después del de Hiroshima. Los dos atentados mataron a 215.000 personas, y llevaron al final de la Segunda Guerra Mundial. Japón se rindió seis días después.

Son los hibakusha, los supervivientes de la bomba atómica, de los estragos de la guerra y las consecuencias de la radiación. A las once y dos minutos, hora de Japón, han guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas que un día como hoy -hace setenta y ocho años y a esa misma hora- murieron en Nagasaki por los efectos de la segunda bomba nuclear de la historia.

El 9 de agosto de 1945, un bombardero estadounidense lanzaba sobre esta ciudad portuaria la bomba conocida como "Fat man", un artefacto de veintiún kilotones que arrasó el cuarenta por ciento de Nagasaki.

La bomba no estaba destinada ni para ese día, ni para ese lugar

El bombardeo estaba previsto para el día 11 y su objetivo era la ciudad de Kokura. La previsión de mal tiempo obligó a adelantar la misión y -ya sobre Kokura- se canceló el lanzamiento porque una gran nube cubría la ciudad y no había visibilidad.

Aquella nube salvó la vida de miles de habitantes de Kokura pero condenó a otros miles en Nagasaki. Cerca de cien mil personas murieron ese día y los días y años sucesivos.

La población de Nagasaki lleva ya setenta y ocho años acudiendo cada 9 de agosto al memorial de la paz para honrar a sus muertos y denunciar los horrores del armamento nuclear.

Con la ocupación de Japón por más de trescientos mil estadounidenses terminaba la Segunda Guerra Mundial. Pero se iniciaba un debate que persiste sobre la necesidad y moralidad del bombardeo nuclear.

"Creo que está relajado. Quiere planear cómo vivir aquí dentro", es lo que ha declarado Khun Anan, el abogado de Daniel Sancho. Este se encuentra en la zona hospitalaria de la prisión de la isla de Samui, al sur de Tailandia, donde va a pasar diez días aislado como medida anticovid. El plazo máximo para que se celebre el juicio por el asesinato de Edwin Arrieta, el cual confesó, es de tres meses.

Foto: EFE/EPA/SOMKEAT RUKSAMAN

Son todavía muchos los interrogantes del caso Daniel Sancho, el joven español que ha confesado haber matado y descuartizado a un hombre colombiano en Tailandia. Poco a poco, conforme nos acercamos a la realidad judicial y legal de Tailandia, se va adivinando el contexto al que se enfrenta el hijo del actor Rodolfo Sancho. Se prevé una defensa complicada, como nos explica Margarita Iñesta.

Si finalmente Sancho es condenado, se sumará al listado de españoles encerrados en cárceles fuera de nuestro país, que son casi un millar, de los cuales solo 65 están acusados de asesinato u homicidio. El tráfico de drogas es la principal causa de detención de españoles en el extranjero, son el 55% de los casos. Algunos, como Pablo Ibar, condenado a muerte durante 16 años, han conseguido conmutar sus penas capitales por cadenas perpetuas. En Tailandia, el caso más parecido al de Daniel Sancho es el de Artur Segarra, condenado a muerte en 2017 acusado de secuestrar, torturar, asfixiar y descuartizar a David Bernat. El rey de Tailandia conmutó su pena por cadena perpetua en 2020.

Hablamos con Javier Casado, director de Fundación +34, asociación que asesora y garantiza que se respeten los derechos fundamentales de los españoles que cumplen condena fuera de España. ¿Cómo son las condiciones en las cárceles tailandesas? "No deja de ser muy diferente a lo que puede ser una cárcel latinoamericana... Con la diferencia del idioma, la alta temperatura y la humedad que hay en Bangkok y en las demás cárceles del país. Para nosotros es una más: con hacinamiento, con problemas de salubridad por ese hacinamiento. Si triplicas la población carcelaria las condiciones no son las más idóneas", lamenta Casado, que cree que el mayor problema que se puede tener es el idiomático. Sancho estará diez días aislado en los que solo podrá recibir la visita de su abogado por el protocolo covid: "El protocolo que tienen normalmente es como cualquier otro detenido. Anteriormente al covid había un protocolo de aislamiento durante la investigación policial. Han cambiado el nombre pero en el tiempo de espera hasta que el detenido tenga una acusación en firme", explica el director de Fundación +34. ¿Cuán fácil o difícil es el traslado de presos españoles desde cárceles tailandesas a nuestro país? "Es cuestión de tiempo. Al final todos los españoles que hemos estado asistiendo han venido a cumplir condena a España, cerca de sus familiares. Para optar al traslado tendrían que tener primero una sentencia con años. Normalmente se les pasa de una cadena perpetua a 20, 30, 35 años, lo que determine el Ministerio de Justicia, porque  la cadena perpetua no está en nuestro Código Penal", comenta. Los reclusos españoles en Tailandia reciben apoyo de los consulados y de fundaciones como +34: "Con nuestros voluntarios espñaoles les visitamos periódicamente y les aportamos ropa, medicina, alimentos... Con una infección bucal, en menos de dos meses en estas cárceles te puedes acabar muriendo. Intentamos paliar los déficits sanitarios y humanitarios que tienen esas cárceles". 

Los turistas que provienen de Asia son de los que más gastan en sus vacaciones en España. La llegada de ciudadanos chinos aumentó más de un 400% en el primer semestre del año por el fin de las restricciones por coronavirus, y Corea del Sur y Japón son otros dos grandes emisores de turistas hacia nuestro país. Sin embargo, entre los tres países no llegan a la mitad de los que recibíamos en 2019.

Foto: EFE/Ángeles Visdómine

El papa Francisco ya viaja de vuelta a Roma tras cinco jornadas en la JMJ de Lisboa. Este domingo ha oficiado una misa ante un millón y medio de jóvenes en las afueras de la capital portuguesa. El próximo gran encuentro de las juventudes católicas será en cuatro años, el Pontífice ha anunciado que se celebrará en Seúl, Corea del Sur. En la última misa el papa ha pedido a los jóvenes que no tengan miedo y ha expresado su dolor por la guerra en Ucrania.

Han pasado casi ocho décadas y en Hiroshima aún duelen las cicatrices de lo que ocurrió el 6 de agosto de 1945. En este 78 aniversario las imágenes reales del ataque por parte de Estados Unidos se entremezclan con las imágenes ficticias del que se ha convertido en uno de los éxitos cinematográficos del momento: Oppenheimer. La historia del padre de la bomba atómica. Artefacto que en esta ciudad y en Nagasaki acabó con la vida de más de 200.000 personas.

Justo en el epicentro de aquel bombardeo, hoy conocido como el Parque de la Paz, hay mensajes contra las armas nucleares y se palpa el debate en torno a la última cinta del director Christopher Nolan.

Mientras en muchas partes del mundo la película recauda millones, en los cines japoneses no hay rastro de Oppenhaimer. Tampoco hay fecha de estreno en el horizonte. Sí la hay para Barbie.

Su estudio, Warner, ha pedido perdón por la campaña que une ambos títulos, Barbenhaimer, ante las críticas por falta de sensiblidad que ha provocado en Japón.

Un país en el que el recuerdo de aquel 6 de agosto va más allá de la pantalla. Está en plena calle.

FOTO: Foto de JIJI Press / AFP

Seis meses después del terremoto que sacudió Turquía y Siria, y que provocó más de 59.000 fallecidos, la situación para los millones de personas que se quedaron sin hogar sigue siendo precaria. Las ONG ponen el foco en los niños, ya que hay más de 4 millones de menores que siguen necesitando asistencia, según Naciones Unidas.

Save the Children advierte que residen en refugios temporales, tiendas de campaña y contenedores sin las condiciones mínimas de higiene ni agua para asearse. Además, el incremento de las temperaturas en esta época del año aumenta la probabilidad de aparición de enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos, como disentería, piojos y sarna.

Informan Laura Alonso, corresponsal en Oriente Medio, ySergio Hurtado.

En China, las inundaciones por el potente tifón Doksuri que ha recorrido el país de sur a norte han dejado este sábado diez fallecidos en la provincia de Hebei, cerca de Pekín. Han evacuado a casi un millón y medio de personas. El tifón ha destruido unos 300 puentes y más de 500 kilómetros de carreteras rurales. Algunos sectores de la población han criticado que el presidente Xi Jinping no haya visitado ninguna zona afectada.

Foto: Yan Linyun/Xinhua

Yeda se convierte en el escenario de los primeros pasos hacia un entendimiento sobre la guerra en Ucrania. Por primera vez parece que se sentarán en la mesa representantes de Estados Unidos, países europeos y otras potencias como Brasil e India. En total, unos 30 países. El objetivo: buscar una solución política para la crisis en Ucrania.

A las potencias mundiales que viajan hasta Yeda, se suma China, que ha confirmado que estará presente en este encuentro. Una pieza clave dada sus buenas relaciones con Rusia. Numerosas voces internacionales le han pedido que use su influencia sobre Moscú para poner fin al conflicto. Desde el estallido de la guerra, China, se opone a las sanciones contra Moscú, y reitera la importancia del respeto a la integridad territorial de los países, incluido Ucrania, y a las "legítimas preocupaciones de seguridad de todas las partes", en referencia a Rusia.

El encuentro contará con la participación de asesores de jefes de Gobierno y de representantes de Ministerio de Exteriores para allanar el camino hacia una cumbre de líderes que Kiev aspira a organizar este otoño. Una idea que se basa en la Fórmula de Paz del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.