Al filo de las dos de la madrugada, el presidente chipriota confirmaba el acuerdo.
"Tenemos un programa que satisface los intereses de los ciudadanos de Chipre y de la Unión Europea", confirmaba Nikos Anastasiades.
Una maratoniana jornada de negociaciones había permitido cerrar el acuerdo de rescate por el que Chipre comenzará a recibir el próximo mes de mayo una ayuda de 10.000 millones de euros.