Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

El cambio climático y la acción humana sobre la naturaleza amenazan la supervivencia de muchas especies, pero de vez en cuando, la ciencia halla noticias positivas como la de este animal. Se llama Fernanda y pertenece a una especie de tortuga gigante que se creía extinguida desde hacía un siglo. La encontraron hace dos años en las islas Galápagos, en Ecuador, y ahora los análisis genéticos lo han confirmado. El siguiente paso es encontrar otros ejemplares de esta especie para asegurar su reproducción.

Foto: EFE / Parque Nacional Galápagos

De los siete millones de especies de animales y plantas conocidas en la Tierra, más de un millón se encamina "irremediablemente hacia la extinción". Aunque hemos avanzado en la protección de la Tierra y del medio marino, faltan muchos pasos que dar en la salvaguarda de especies en peligro de extinción. Desde el CSIC señalan que es necesario ir más allá con cambios en nuestro sistema productivo y nuestra dieta. Un ejemplo del deterioro de los ecosistemas son las abejas, los grandes polinizadores del planeta, que se ven amenazadas por pesticidas, el cambio climático o el monocultivo. En Europa, el último informe sobre naturaleza habla de que el 60% de las especies se encuentran en un estado de conservación desfavorable. Informa Rosa Basteiro.

Un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha iniciado con éxito un experimento para determinar si las bases de las torres eléctricas pueden transformarse en reservas de biodiversidad gracias a la replantación de arbustos. Esta pequeña modificación pretende rediseñar la naturaleza dañada por la acción del hombre.
 

La salud del suelo es fundamental para el futuro de los ecosistemas, la agricultura y la seguridad alimentaria. La erosión, el bajo nivel de nutrientes en los suelos, la desertificación o la salinización de las aguas reducen la productividad de los terrenos agrícolas en el mundo. Según la FAO -para el año 2050- se prevé que esa productividad caiga un un 10% cada año. Un repotaje de Íñigo Inchusta.  

Hace 50 años, en 1971, nació el programa de la UNESCO “Hombre y Biosfera”, con el objetivo de armonizar la relación entre las personas y el medio ambiente. Para ello combina las ciencias naturales y sociales, con miras a mejorar los medios de vida de los seres humanos, y al mismo tiempo, salvaguardar los ecosistemas naturales. De este modo se promueven enfoques innovadores de gestión para conseguir un desarrollo económico social y culturalmente apropiado, y ambientalmente sostenible. 714 enclaves de 129 países han recibido el título de reservas de la biosfera. En España contamos con 52.

Uno de los mayores proyectos de la historia de la ciencia sobre la biodiversidad es el segundo Atlas Europeo de las Aves Reproductoras, una herramienta esencial para investigar y conservar estas especies en toda Europa durante las próximas décadas. Un libro impresionante, en gran formato, con ilustraciones preciosas, que recoge de forma sistemática y estandarizada datos de 600 especies de aves que habitan en nuestro continente, desde las islas Azores hasta los montes Urales. Nuestro compañero Manuel Seara habla con Sergi Herrando, investigador ecológico, ornitólogo y uno de los coordinadores de este segundo Atlas.

  • Asociaciones ecologistas y conservacionistas reclaman el blindaje total del animal en España
  • La ganadería teme que un aumento de los grupos incremente los ataques del cánido en el entorno rural

El suelo es la superficie que pisamos, sin pararnos a pensar que es un elemento natural muy complejo en el que se desarrolla buena parte de la vida en la Tierra. Naciones Unidas declaró el 5 de diciembre Día Mundial del Suelo que este año se ha celebrado bajo el lema "Mantengamos vivo el suelo, protejamos la biodiversidad del suelo" para crear conciencia de la importancia de mantener los ecosistemas sanos.