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La calidad del aire de algunas de las principales ciudades Norteamericanas se ha desplomado este miércoles a niveles dañinos para la salud, a causa del humo generado por centenares de incendios que están consumiendo miles de kilómetros cuadrados de bosque en Quebec.

Toronto, la mayor urbe del país, ha amanecido este miércoles con un olor agrio en el aire generado por una sólida capa de humo que en muchos puntos de la ciudad impedía ver la Torre CN, uno de sus símbolos más característicos y de más de 500 metros de altura.

Las autoridades sanitarias canadienses han avisado de que el humo de los incendios forestales transporta micropartículas que penetran en las cavidades más profundas de los pulmones, por lo que pueden suponer un grave riesgo para la salud, especialmente en las personas de avanzada edad, niños e individuos con problemas respiratorios.

La pésima calidad del aire de Toronto se repetía en otras localidades de Norteamérica como Hamilton, Windsor, Washington, Chicago, Cleveland o Ottawa. En Windsor, en la frontera con Estados Unidos junto a Detroit, el servicio postal canadiense interrumpió este miércoles la entrega de cartas y paquetes para proteger a su personal.

En todo Canadá, el número de incendios activos llegan a 480 y desde que se inició el año, las llamas han consumido ocho millones de hectáreas, u 80 000 kilómetros cuadrados, por encima de lo que normalmente se quema en un año. El año pasado, la superficie quemada fue 1.467.000 hectáreas y en 2021 4.299.448.

Las autoridades canadienses han indicado que esta es la peor temporada de incendios forestales en la historia moderna del país debido a la crisis climática.

La situación es tan grave que, por primera vez en su historia, este año Canadá solicitó ayuda a la Unión Europea para controlar los incendios forestales.

En las últimas horas han llegado al cielo de Cádiz y Huelva partículas procedentes del enorme incendio forestal que está produciéndose estos días en Canadá. Una nube oscura que se aprecia a simple vista pero que, según los especialistas, no es nociva para nuestra salud. Cl

Después de cuatro días de agónica búsqueda, el peor de los escenarios se ha confirmado: el Titan se desintegró mientras descendía al pecio del Titanic. Aunque la investigación para esclarecer las causas exactas del accidente no ha hecho más que comenzar, las autoridades ya tienen claro lo más importante: el sumergible sufrió una "implosión catastrófica" que acabó en cuestión de milisegundos con la vida de sus cinco pasajeros.

Una implosión es un proceso físico en el que un objeto se colapsa hacia su propio centro bajo la acción normalmente de fuerzas externas (aunque también pueden ser internas). Básicamente, es lo contrario a una explosión, en la que un objeto se expande y se aleja de su centro.

El capitán de fragata y especialista en rescates submarinos Francisco José López Angosto ha explicado al Canal 24 Horas que una implosión como la que ha sufrido el sumergible Titan es "justo lo contrario a la despresurización de un avión, en la que de repente todo sale de la cabina", y ha puesto un ejemplo muy visual: "Una implosión es como coger una lata vacía de cerveza y estrujarla". "No hay posibilidades de supervivencia, tristemente", ha dejado claro.

Según ha indicado López Angosto, cuando se produce un problema de este tipo es "porque ha habido un fallo estructural o alguno de los orificios que tenían que estar sellados, por la causa que sea, dejan de estar sellados y se produce una filtración, y la diferencia de presión es tan grande, ya que fuera hay 400 atmósferas, que se produce es un aplastamiento instantáneo".