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En Seseña, Toledo, el incendio del cementerio de neumáticos continúa activo pero controlado, y los equipos de emergencias siguen trabajando en su extinción. La gravedad de la alerta ha bajado y los vecinos han podido volver a sus casas, aunque la mayoría lo ha hecho para recoger cosas y volver a irse. Allí deben permanecer con mascarillas y ventanas y puertas cerradas por la nube de humo, que ya es menos densa. Al ser el lunes festivo hasta el martes no habrá colegio ni actividad laboral habitual en el municipio, lo que da más tiempo a recuperar la normalidad en la zona.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha rebajado de 2 a 1 el nivel de alerta en el incendio del cementerio de neumáticos de Seseña. Esto significa que se levanta también la orden de evacuación que se aprobó ayer por la tarde y que los vecinos pueden volver a casa. Sobre el terreno siguen las tareas de extinción.

ROSA GONZÁLEZ.- El consejero de Medio Ambiente de Castilla- La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha explicado en RNE que la situación ha mejorado en el incendio del cementerio de neumáticos de Seseña, que ha obligado a desalojar a 6.000 personas. "El fuego está perfectamente confinado, controlado y perimetrado" en la parcela afectada, y no afectará a ninguna otra parcela vecina, ha precisado. Espera que a lo largo de este sábado los vecinos puedan regresar a sus casas.

Apagar un incendio de neumáticos quemándose es muy complejo, según los expertos. El agua es repelida por la propia goma y solo funciona emplear espumógenos y aislarlo para que lo ya incendiado se consuma sin extenderse En Seseña, calculan que extingir el incendio llevará al menos dos semanas. Los expertos no confirman que el incendio haya sido provocado pero señalan: igual que cuesta apagarlo, cuesta mucho encenderlo. Los neumáticos, dicen, no prenden con una chispa ni con una colilla.

Los neumáticos contienen más de 200 compuestos químicos diferentes, principalmente caucho, pero también agentes como azufre, óxido de zinc o cadmio. La inhalación, sobretodo en dosis altas, puede provocar una insuficiencia respiratoria. Respirar esa humareda puede inflamar los pulmones y ocasionar una neumonía, también trastornos oculares y en el aparato digestivo. A largo plazo, además, pueden aparecer casos de asma. Los expertos aconsejan protegerse con una mascarilla.

El vertedero de neumáticos más grande de Europa, el que está ardiendo desde este viernes en Seseña (Toledo), se remonta a 1990 como depósito temporal. En 2003 un juzgado lo declaró ilegal por no respetar las normas medioambientales y la empresa que lo explotaba lo abandonó en 2010. "El propietario antiguo está desaparecido, incluso tiene una sanción policial que no cumple, porque está desaparecido en paradero desconocido", explica el consejero de Medio Ambiente, Jaime González Taboada. Desde entonces el Ayuntamiento de Seseña trata de reciclarlos, a través de otras empresas, aunque los vertidos acabaron invadiendo también el término municipal de Valdemoro en Madrid.
 

Un incendio, cuya densa columna de humo puede verse a 50 kilómetros, desde Madrid capital, mantiene ardiendo millones de neumáticos en el considerado el mayor cementerio ilegal de ruedas de Europa, cerca de Seseña, en Toledo, donde por seguridad han sido desalojadas las más de 6.000 personas que habitan en la urbanización de El Quiñón.

Para los vecinos de Seseña esta es la crónica de un desastre anunciado desde que en 1990 empezó a utilizarse el terreno como vertedero de neumáticos. En 2003 un juzgado lo declaró ilegal por por no respetar las normas medioambientales; la empresa que lo explotaba lo abandonó en 2010. Desde entonces el Ayuntamiento de Seseña trataba de reciclarlos, aunque los vertidos incontrolados acabaron invadiendo en 2011 también el término municipal de Valdemoro en Madrid.