La crecida del Ebro mantiene en vilo a la población de Pina de Ebro, en Zaragoza, que puede ser evacuada en cualquier momento. Ya está listo el operativo por si se tuviera que desalojar a los 2400 vecinos del pueblo que se mantienen expectantes como los de Remolinos, donde las inundaciones han causado graves daños a sus agricultores. No muy lejos de allí, en Boquiñeni, sigue habiendo mucho agua pero los 600 desalojados ya han podido volver a sus casas. El nivel del Ebro comienza a descender en Zaragoza, pero en toda la ribera se mantiene aún la alerta por desbordamientos.
En Zaragoza capital se ha activado la alerta naranja y ya se está trasladando a los vecinos del barrio de Alfocea que ha empezado a inundarse. Hacemos un recorrido en todo el curso del Ebro, en la desembocadura en Tarragona, y en la capital aragonesa.
La crecida del río Ebro ha anegado unas 20.000 hectáreas en Aragón y ha obligado a evacuar de sus casas a 1.500 vecinos de los pueblos de Pradilla y Boquiñeni, en Zaragoza. En éste último han decidido romper la carretera para que el agua fluya a los campos de cultivo y no entre al pueblo. Muchos vecinos se alojan en casas de familiares o en polideportivos. Ahora la vista está puesta en Cabañas. La crecida ha sido muy fuerte a partir de esta tarde y la punta se alcanzará en la mañana del lunes en Zaragoza, donde el caudal llegará a los 1.958 metros cúbicos por segundo.
- La mayoría de las víctimas han muerto en aludes
- La región más afectada es la de Panjshir, al noroeste
- Las autoridades advierten de una posible crisis humanitaria
- La columna de cenizas ha obligado a cerrar el aeropuerto de Puebla
- El semáforo de alerta volcánica permanece en nivel amarillo (fase 2 de 3)
El servicio de emergencias retiraba la tierra que invadió la nacional 364. Se temía lo peor, pero se fue descartando a medida que avanzaban los trabajos. De momento seguirá cerrada al tráfico mientras duren las labores de comprobación de los taludes aledaños.
El sudeste asiático recuerda a las víctimas del tsunami que hace diez años barrió sus costas. La zona cero ha podido renacer de sus escombros gracias a una ola de solidaridad internacional. Pero hay heridas imposibles de cerrar. Muchos supervivientes perdieron a la familia al completo.
Los países del sudeste asiático que sufrieron el tsunami de 2004 recuerdan a las víctimas
Hace 10 años que una ola gigante se tragó literalmente hoteles, casas, calles y la vida de 230.000 personas. Un fuerte terremoto en Indonesia provocó una ola gigantesca que barrió las costas de una docena de países bañados por el océano Índico. En Tailandia, el mar retrocedió hasta cien metros, para después levantar olas de hasta 10 metros de altura.
- ¿Están los científicos cerca de predecir las erupciones volcánicas?
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- La Noche Temática nos aproxima a los fenómenos naturales más violentos
Las imágenes sirven para que no olvidemos. Y aunque hay hechos que nos parecen inolvidables cuando están sucediendo, la memoria nos juega malas pasadas. Un reportero de TVE, Francisco Magallón, estuvo en Indonesia cuando ocurrió el tsunami en 2004. Ha vuelto diez años después y sus fotografías nos avivan los recuerdos.
- Más de 400 personas han sido evacuadas por el temporal
- El deslizamiento ha destruido más de un centenar de casas
Cerca de un millón de personas han tenido que ser evacuadas. Hagupit, convertido ya en tormenta tropical, avanza hacia la capital del país donde se han suspendido las clases y se han cerrado las oficinas públicas.
El tifón Hagupit, o Rudy, como le llaman en Filipinas, se desplaza lentamente y seguirá en tierra como mínimo hasta el martes. Ha causado al menos tres muertos y hay casi 900 mil evacuados. Los vientos alcanzan los 170 kilómetros por hora, lo que provoca fuertes lluvias e inundaciones.
El tifón Hagupit, bautizado como Rudy por las autoridades locales se desplaza lentamente por Filipinas. Hasta el momento ha dejado al menos tres muertos y más de 700.000 refugiados en albergues. Aunque no es tan devastador como Yolanda que golpeó el país el año pasado, sus vientos huracanados han provocado inundaciones, numerosos daños en viviendas y cortes de luz.
Máximo nivel de alerta en Filipinas. El tifón Hagupit va a llegar en las próximas horas y han sido evacuadas miles de personas.
Hace un año otro tifón, Yolanda, causó 6.300 muertos y desaparecidos.
Dos terremotos con una diferencia de unas horas han sacudido Japón y China. El seismo de la región china de Sichúan, próxima al Tibet se ha cobrado cuatro víctimas mortales y hay medio centenar de heridos, algunos graves. En la prefectura de Nagano, en Japón hay menos daños y menos heridos, unos cuarenta.
Un año después un millón de filipinos continúan en refugios provisionales, solo se han reconstruido 450 de las 14.000 viviendas proyectadas y muchas personas siguen necesitando ayuda psicológica para afrontar la tragedia.