El Gobierno anunció el lunes su propuesta para reformar las pensiones, que pasa por retrasar la jubilación.
Actualmente la edad media de jubilación real de los españoles está en los 64 años y medio, por debajo de la edad legal que es de 66 este año. Para incentivar que los trabajadores se jubilen más tarde, el Gobierno ha propuesto dar una paga de hasta 12.000 euros, o subir un 4% la base de cotización de la pensión por cada año de más que se trabaje. También se podrían combinar los dos incentivos.
Por el contrario, se quiere penalizar el retiro anticipado, con una reducción de la pensión de entre un 2,8% y un 21% en función de los años cotizados y del tiempo de adelanto de la jubilación.
Esta penalización es la que menos gusta a los sindicatos CCOO y UGT, que defienden que aún queda mucho por negociar con el Ejecutivo.
Recuerdan que las jubilaciones anticipadas se penalizan desde hace años, y aun así se siguen produciendo. Sobre todo, porque quienes se acogen a ellas son parados mayores que no encuentran empleo, y trabajadores de profesiones duras. Sobre alargar la vida laboral piden un debate más profundo.
Desde la oposición, el Partido Popular exige conocer las medidas ya comprometidas con Bruselas. Reclama también que se cumpla lo aprobado por el Pacto de Toledo. Lo mismo que Unidas Podemos. El socio de gobierno del PSOE, en línea con los sindicatos, carga contra las fórmulas del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Este martes, el presidente Sánchez ha defendido esas propuestas, dice que cuentan con un amplio consenso dentro del Gobierno y asegura que su objetivo es garantizar la sostenibilad y la dignidad de las pensiones.
Foto:EFE/Rodrigo Jiménez