- Un juzgado ha ordenado este martes que se mantengan paralizadas las repatriaciones de nueve menores a Marruecos
- El Ejecutivo central ha defendido la actuación en Ceuta y dice que, si la Justicia pide observar "algún matiz", se atenderá
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, exige al presidente del Gobierno que hoy mismo cese al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras el auto de ayer sobre los menores de Ceuta. “El presidente no encuentra a nadie que quiera ser ministro de Interior y por eso no ha sido cesado” ha dicho en RNE. Acusa a Marlaska de haber vulnerado los derechos fundamentales y puntualiza sobre la postura de su partido: “Que Juan Vivas y el PP compartan que la mejor solución es la vuelta, no significa que tenga que hacerse pisoteando sus derechos fundamentales. Debe hacerse con garantías”. Sobre la Diputación Permanente que se reúne hoy y que pide la comparecencia de Pedro Sánchez en el Congreso, Gamarra defiende que Sánchez tiene “alergia a los españoles” y que “no hay excusas” dada la envergadura de la operación que se está llevando a cabo en Afganistán. Atribuye todo el mérito de la operación a las FFAA y critica que Sánchez está provocando que España pierda credibilidad en la escena internacional. “Se ha perdido por su falta de responsabilidad, la de un gobierno socialista y comunista al que nadie tiene respecto”. Por último, Gamarra dice que el problema del Mar Menor está en el acuífero que es competencia de la Confederación Hidrográfica del Segura y, por tanto, del Gobierno central. “Ribera debe actuar y, si no, permitir y garantizar que lo haga otro en su nombre”.
Javier Baeza, presidente de la Asociación Coordinadora de Barrios para el seguimiento de menores y jóvenes, reconoce alivio tras el auto emitido ayer por el juzgado de Ceuta pero, añade, “con la intranquilidad de si esta suspensión cautelar respecto a un grupillo de pequeñajos, el Gobierno de la nación y de la ciudad lo va a extender al resto, a más de 7 centenares”. Tras la decisión judicial, Baeza plantea: “Habría que suspender todas las devoluciones de niños sin entrar en la manera o el por qué llegan a nuestro país”. Cree que todo el proceso se hizo “con nocturnidad y alevosía” y culpa directamente al ministro de Interior. Ante el argumento de que llegaron muchos de golpe, responde: “Los DDHH no pueden depender del número de personas a quien le afectan. Poner el énfasis en el número de niños que han entrado, cuando menos es un poco ruin”. Ante el encuentro de hoy entre Sánchez y el presidente Ceutí espera que se decida ofrecer a los niños la posibilidad de “soñar un futuro mejor” y argumenta que huyen de realidades muy complicadas: “Estos niños no vienen jugando. Muchos están perseguidos, no tienen familia, llevan una vida empobrecida”.
- La medida cautelar dio pie a que las autoridades españolas suspendieran el conjunto de las devoluciones
- Según el auto, deben regir la Ley de Extranjería y los tratados internacionales, no el acuerdo con Marruecos
Ya han fallecido en Ceuta 65 personas a causa del coronavirus en lo que va de año, cinco más que en 2020. La última victima mortal en la ciudad ha sido un hombre de 49 años que estaba en la UCI del Hospital Universitario. Con él ya son 125 las personas que han perdido la vida desde que comenzó la pandemia, siete en lo que llevamos de agosto.
- Antes de la crisis migratoria, los voluntarios solían atender a unas 120 familias al día y ahora alimentan a unas 1.300 personas
- Esta semana, atienden a menores que se han fugado de los centros de acogida con el propósito de llegar a la Península
Un grupo de trabajadores transfronterizos se concentra frente la Delegación del Gobierno para reclamar una solución que les permita regresar a sus hogares en Marruecos sin perder sus puestos de trabajo en la ciudad.
El portavoz nacional de Ciudadanos, Edmundo Bal, critica la actitud del Gobierno con la crisis de Afganistán y defiende que el presidente Pedro Sánchez debe comparecer en el Congreso. Según Bal, se carece de un verdadero plan de evacuación para sacar del país a los colaboradores de España y sus familias. “Vamos a seguir apoyando al Gobierno porque es un asunto de estado, necesitamos altura de miras. Pero pidiendo cuentas”, ha dicho en RNE. “No tiene sentido que el presidente del Gobierno, en una situación tan grave, no de cuentas, no comparezca y no explique lo que hace España en Afganistán”, ha añadido. Esa petición de explicaciones la amplia a la situación de Ceuta y a la relación que se mantiene con Marruecos. “El ministro de AAEE dice que va a tener un diálogo sincero con respecto a los temas del Sahara. Eso y nada es lo mismo. Eso no es plantear cuál va a ser la relación de España. Se echa de menos la información y las explicaciones. Las tienen que dar en el Congreso y se debe contar con la postura de la oposición en esta cuestión tan importante”. Con respecto a la repatriación de menores, Bal descarga toda la responsabilidad en el ministro de Interior: “Desde el inicio de su mandato ha ido equivocándose una vez detrás de la otra. Son muchos los episodios que colecciona dentro de su álbum de errores”, ha concluido.
Luna Blanca es una de las ONG que trabaja en Ceuta. Antes ayudaba a 120 familias. Tras la crisis de mayo ha pasado a alimentar a unas 1.300 personas cada día. Dice su responsable que no estaban preparados y que siguen sin estarlo, porque la situación no mejora. Esta semana, cuentan, se han escapados muchos más niños de las naves donde están acogidos los menores. Hamed es uno de ellos. Dice que ha encontrado ayuda aquí y con algún vecino. No quiere volver a Marruecos. Allí estuvo 3 años viviendo en la calle. Informa Juan Coca
Las devoluciones de menores de Ceuta a Marruecos siguen paralizadas a la espera de la decisión judicial. En una organización donde les ofrece comida, Luna Blanca, llegan a atender a más de un centenar de estos menores.
Algunos de ellos viven en el cementerio o en el puerto, a un paso más cerca de esos barcos que podrían llevarlos a la península. Cuentan a TVE que se han escapado del Centro de Santa Amelia y que allí había unos 200 niños y adolescentes cuando comenzaron las repatriaciones, pero que ahora la mayoría han huido. Pasan frío y también hambre, pero no quieren arriesgarse a volver a Marruecos. Foto: EFE
En Ceuta, solo la ONG Luna Blanca se ocupa de los menores marroquíes que viven en la calle, niños que se fugaron de centros temporales de acogida por el miedo de la repatriación a Marruecos. Esta organización ha pasado de dar comida a 120 personas, a atender a 1.300 cada dia. La situación inquieta a los vecinos y se sienten, dicen, abandonados. Informa el enviado especial Juan Coca.
La decisión de empezar a repatriar de manera urgente a unos 700 menores, que entraron en Ceuta mezclados con los adultos en el gran asalto a la frontera de mayo, ha terminado levantando una tormenta política y judicial. Desde el Gobierno de Ceuta y el Ministerio del Interior se ha defendido la medida esgrimiendo un acuerdo firmado con Marruecos en 2007 para la devolución de menores, pero varias ONG les han acusado de ilegalidad y de no garantizar los derechos de los niños al no haber evaluado de forma individual su situación y la de sus familias.
'Informe Semanal' se ha adentrado esta semana en Ceuta para conocer la situación, hablar con las autoridades y las ONG y escuchar a algunos de estos menores, que tras el anuncio de repatriación se han escapado de los centros de acogida. En las calles de Ceuta es posible encontrarlos "buscándose la vida", mientras en las instituciones se sigue debatiendo sobre sus derechos y la forma de retornarlos junto a sus familias.
En Ceuta sigue adelante el proceso judicial que tiene suspendidas las devoluciones a Marruecos de los menores que llegaron solos a la ciudad en mayo. La Delegación del Gobierno ha presentado sus alegaciones y defiende la legalidad de todo el proceso. En el escrito presentado a la justicia, defiende que Ceuta ha estudiado cada caso y que no se ha demostrado vulneración de derechos. Por eso pide que se retomen las devoluciones.
FOTO: Repatriación de los menores marroquíes a través de la frontera del tarajal el pasado lunes. EFE/Reduán
- Algunos de los chicos han contado a TVE que les piden hasta 4.000 euros por cruzar el Estrecho
- Otros se esconden en lugares cercanos al puerto donde cada noche intentan colarse en algún barco o camión
- Justifica las repatriaciones por la situación de "excepcionalidad" en la ciudad autónoma tras la crisis migratoria
Las mafias están sacando partido a la difícil situación que se vive en Ceuta. En un momento de inquietud e incertidumbre por las devoluciones de menores no acompañados a Marruecos, se está incrementando el número de traslados ilegales de migrantes mediante embarcaciones de recreo o motos acuáticas que parten rumbo a la Península. Algunos de los que suben son menores.
Foto: EFE
En los alrededores de la frontera del Tarajal, en Ceuta, también se localizan grupos de jóvenes, menores y mayores de edad, que tres meses después de cruzar la frontera prefieren volver a casa. No han encontrado las oportunidades que buscaban o, en algunos casos, se han enterado de problemas familiares. Los trabajadores de los centros de acogida dicen que, en general, hay más ansiedad y miedo entre los niños, tanto entre los que quieren volver como entre los que no. También lo notan los taxistas que trabajan en los alrededores del Tarajal. Juan Coca sigue en las calles de Ceuta hablando con ellos.
La Fiscalía pide que se mantenga la suspensión de las repatriciaciones de menores a Marruecos.
En Las Mañanas de RNE hablamos con Andrés Conde, director general de Save the Children sobre la situación actual en Afganistán. Celebra que estén saliendo ya personas del país y señala que aquellas que sean de especial riesgo deben de salir cuanto antes. Una vez en el país, afirma Conde, pueden solicitar formalmente protección internacional. “Son personas que es obvio que están huyendo de una situación de violencia cierta y la legislación internacional les ampara si hacen la solicitud de asilo". El Gobierno "tiene el deber" de ofrecerles el estatus de refugiado.
Precisamente sobre estas personas, afirma que se va a producir "un flujo de refugiados muy importante, todo depende de cómo las autoridades talibanas tomen sus primeras decisiones y en qué medida respeten esas declaraciones que están haciendo sus portavoces". Afirma que "ya han cruzado Irán más de 100.000 personas, camino de Turquía". Un país que actuaría como "guardián" de las fronteras europeas, algo que según la ONG no debería ocurrir: "Los estados europeos deben ejercer su responsabilidad con los refugiados, la política de externalización de fronteras no nos parece lo más adecuado", afirma.
Sobre Ceuta, hoy se cumplen las 72 horas de plazo que dio el juez de Ceuta a la delegación del Gobierno para que presentara la documentación sobre la expulsión de los menores del territorio. Una suspensión que celebra Conde, que afirma que "no se puede seguir adelante con un procedimiento que incumple legislación nacional e internacional de un modo tan flagrante". Cree que es una buena noticia que las instituciones hayan funcionado tan rápidamente y aclara que creen que la reagrupacion familiar en origen es una de las soluciones, "pero hay que hacerlo tras un análisis minucioso de a qué condiciones se está retornando, porque, en muchos casos, esa devolución no es posible sin poner en riesgo la vida del menor". Hay que tener especial cuidado además con las niñas migrantes, que vienen huyendo normalmente de situaciones de explotación sexual o matrimonios forzosos. Para ellas habría que evitar la repatriación, concluye, y recuerda que "es obligatorio realizar un informe inidividualizado por cada niño, y que tanto el área del menor como la fiscalía analicen si el retorno es una alternativa viable y duradera para el menor" o si existe otra solución.
Mustafá es uno de los jóvenes que entró hace tres meses en Ceuta y que ha huido del centro de menores para evitar una posible repatriación a Marruecos. No quiere volver y explica por qué: “En Marruecos si no tienes dinero, no eres nada”. En su país ha tenido que vivir en la calle, fue abandonado por su familia y dice que está seguro de que la situación aquí será mejor. Su hermano vive en la península y espera poder reunirse con él, formarse para ser peluquero y, en el futuro, trabajar y tener una vida mejor. Informa Juan Coca