El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha designado este lunes a China como país "manipulador de divisas" y ha amenazado con tomar represalias para acabar con sus "injustas" ventajas competitivas en el marco del Fondo Monetario Internacional (FMI), en una nueva escalada en la guerra comercial, después de que, este lunes, el Banco Popular de China (BPC, central) dejara caer con fuerza su divisa, el yuan.
Esta institución se ha opuesto "firmemente" a la decisión estadounidense y ha asegurado que Pekín no ha usado y no usará el yuan para hacer frente a las fricciones comerciales. "Designar a China como un manipulador de divisas perjudica seriamente las reglas internacionales", ha asegurado el banco central chino en un comunicado en el que muestra su compromiso en mantener un tipo de cambio "razonable y estable".
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha anunciado que "actuará con el Fondo Monetario Internacional para eliminar la ventaja competitiva creada por las últimas acciones de China" al haber devaluado el yuan, de manera que para comprar un dólar ahora hacen falta siete yuanes, en lo que supone la ruptura de una barrera psicológica para los inversores y algo que no ocurría desde 2008.
A juicio del Tesoro, "el propósito de la devaluación de la moneda de China es obtener una ventaja competitiva injusta en el comercio internacional" y el "patrón" de acciones de Pekín para devaluar su moneda supone una violación de los compromisos alcanzados en el marco de las reuniones de líderes del G20.
Además, vuelve a instar al Gobierno del presidente chino, Xi Jinping, a "mejorar la transparencia del tipo de cambio y las operaciones y objetivos de gestión de reservas".
La decisión del Tesoro, una de las mayores formas de sanción que ese departamento puede imponer a un país, se produce solo horas después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusara a Pekín de "manipulación de divisas" e instara a la Reserva Federal (Fed) a tomar medidas al respecto.
La guerra comercial entre ambos países se inició en febrero de 2018 y, desde entonces, ha tocado varios puntos. El más importante, la imposición de aranceles fijada por EE.UU. en diferentes fases, respondida por China de forma inmediata. Pero también ha afectado a otros sectores, como la tecnología -con Huawei como gran damnificada- y la suspensión de compra de productos agrícolas estadounidenses.
Toda esta situación ha provocado que los organismos internacionales, como el FMI, adviertan del impacto de la guerra comercial en la economía mundial, algo que parece lejos de resolverse. Los últimos acontecimientos han hecho temblar a los mercados financieros de todo el mundo, donde se han observado caídas en las Bolsas, más acusadas en las europeas incluso que en las estadounidenses.