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Claudette es palestina, y no ha podido volver a entrar en su casa, en Jerusalén occidental, desde que Israel ocupó esa parte de la ciudad tras la primera guerra árabe-israelí (1948). Su antiguo barrio es ahora uno de los más caros de la ciudad. Su casa está valorada en varios millones, pero ella no ha recibido nada.

  • Claudette Habbash lleva casi 70 años sin poder volver a su casa en Jerusalén Occidental
  • Israel ocupó su hogar después de la guerra de 1948 y todavía hoy no ha recibido compensación

Jerusalén. Antes de las seis de la mañana se inicia el primer recorrido de la línea roja del tranvía urbano. Palestinos e israelíes suben a uno de los pocos espacios que comparten en esta ciudad. Con cristales blindados en puertas y ventanas, el tren tiene 23 paradas, algunas con nombres poco adecuados para la convivencia. Su recorrido de casi 14 kilómetros se adentra por la Jerusalén ocupada. "Aquí hay murallas invisibles que distinguen entre los judíos y los palestinos, aquí estamos prácticamente no en una ciudad con dos partes sino en dos planetas distintos", explica al programa En Portada de TVE Meir Margalit, historiador y escritor israelí. Margalit fue antiguo concejal de Jerusalén una ciudad a la que ahora ve más dividida que nunca: "Lo que yo veo es un temor, un temor mutuo, todos en esta ciudad viven con miedo."

El tranvía conecta los asentamientos judíos construidos en la parte oriental con la parte occidental de la ciudad. Para los palestinos este transporte es un símbolo de la ocupación. Los israelíes ya tienen planificadas ocho líneas MÁS de tranvía para unir otros barrios de Jerusalén.

Los dos intentos de mediación más importantes de Estados Unidos para conseguir la paz entre Israel y los países árabes cumplen años: este mes hace cuatro décadas de Camp David y 25 años de los Acuerdos de Oslo.

En 1978, Israel y Egipto firmaban un tratado de paz en una de las residencias del entonces presidente estadounidense, Jimmy Carter, por el que Israel se retiraba de la Península del Sinaí (ocupada desde la Guerra de los Seis Días) a cambio de que Egipto les reconociera como Estado, fue el primer país árabe en hacerlo.

En septiembre de 1993, Israel y Palestina firmaban en Washington el acuerdo de Oslo I por el que acordaban cinco años de negociaciones bilaterales para conseguir la paz y la creación del Estado Palestino. Se obviaron temas como el estatus de Jerusalén, las colonias israelíes y el retorno de los refugiados; estos son hoy los principales escollos en las negociaciones que, lejos de durar un lustro, ya van por el cuarto de siglo.

Han pasado 25 años desde la firma de los acuerdos de Oslo y el proceso de paz para el conflicto palestino-israelí está estancado. Desde la Autoridad Palestina se insiste en la vieja reclamación: "Solo queremos un estado con las fronteras establecidas en 1967", afirma el ministro Saeb Erekat a un equipo de TVE. Mientras, el gobierno israelí prosigue con su política de apoyo a los colonos y construcción de muros para aislar a la población palestina aduciendo la seguridad israelí.

Más de 150 palestinos han muerto y 4.100 han resultado heridos por balas israelíes en los últimos cuatro meses. La falta de recursos, los hospitales saturados y la gravedad de las heridas nublan el futuro en la Franja de Gaza.