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En Rafah, el extremo sur de la Franja de Gaza, más de un millón y medio de personas sobreviven con lo que pueden y donde pueden. Pegados a la carretera, porque no queda más espacio; conviviendo con las tumbas de sus antepasados, en el cementerio, o a la sombra de la valla que les separa de Egipto, en la creencia de que es menos probable uqe las bombas caigan allí.  

Se cumplen cuatro meses del ataque de Hamás al sur de Israel que desató una guerra en la que se calcula que han muerto 27.500 personas. En Las mañanas de RNE hablamos con Lucía Martínez, especialista en Emergencias de UNICEF España, que afirma que el 70% de los fallecidos son niños, niñas y mujeres.

La guerra ha dejado a miles de niños huérfanos que viven una realidad a la que “ningún niño debería enfrentarse en la vida”, dice Lucía Martínez y alerta que, además, sufren una violación de derechos humanos por la “situación de violencia constante, la falta de agua potable y acceso a la sanidad”. 

Desde UNICEF calculan que después de la guerra alrededor de un millón de niños necesitarán ayuda psicosocial. Ayuda que ya se prestaba antes a casi 800.000 mil niños desde los colegios. Para seguir prestando este servicio, la especialista en Emergencias de UNICEF dice que es fundamental “que la violencia pare de forma permanente”.

El servicio militar es obligatorio en Israel: tres años para los hombres y dos para las mujeres. Los que no quieren alistarse en el Ejército pueden acabar en la cárcel. El perfil de los objetores es bastante parecido. Están contra la guerra, contra la ocupación, son pacifistas, tienen amigos palestinos y dicen que la violencia no se combate con más violencia. Pero las leyes israelíes no contemplan este tipo de objeción de conciencia.

La guerra entre Israel y Hamás en Gaza continúa tras más de tres meses desde su estallido y ha provocado ya una extensión regional del conflicto. Más de 27.000 personas han muerto ya.

El ejército israelí sigue con sus ataques, en especial en Jan Yunis, mientras distintos países intensifican sus esfuerzos para alcanzar una nueva tregua. La OMS ha advertido que la población gazatí "se muere de hambre" y "está siendo empujada al borde del colapso", mientras Unicef alerta de que prácticamente todos los niños del enclave, alrededor de un millón, tienen secuelas mentales.

Foto: Mahmud Hams / AFP

Israel ha anunciado que uno de sus comandos ha entrado en el hospital Ibn Sina de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada. Y lo han hecho disfrazados de mujer, personal sanitario, e incluso cargando con una mano un carrito de bebé y con la otra un rifle de asalto. Una operación en la que los agentes han matado a tres jóvenes palestinos que, según las autoridades israelíes, planeaban un atentado inminente.

Se trata de Mohamed Jalamneh, según Israel "un importante miembro de Hamas", y Basil y Mohammad al Ghazawi, supuestos miembros de la Yihad Islámica. El Ministerio de Sanidad palestino ha confirmado la muerte de los tres y ha denunciado una "nueva masacre de la ocupación". El grupo islamista Hamás ya ha prometido que responderá a lo que consideran otro crimen de guerra.

La seguridad rodea el cuartel general de la misión de la ONU en el sur Líbano. Desde aquí observan preocupados los constantes intercambios de fuego entre el Ejército de Israel y la milicia de Hizbulá.

El general Lázaro comanda una fuerza de 10.000 militares de 48 países. A pocos metros del cuartel de la ONU, Israel ha atacado una vivienda.

Aquí estaba la casa más grande y bonita de Naqura, dicen los vecinos de esta pequeña localidad del sur del Líbano. Pero dos bombas lanzadas por un avión israelí la han dejado convertida en ruinas.

La guerra ya ha desplazado a más de 70.000 personas. Los puntos rojos del mapa indican las zonas de peligro. No han dejado de crecer desde octubre.

FOTO: KAWNAT HAJU / AFP

La Franja de Gaza es una de las zonas de actuación de la organización Médicos sin Fronteras alrededor del mundo. Carolina López es coordinadora de emergencias y ha contado en Las Mañanas de RNE la frustración que siente después de haber estado allí: "Sabemos que no va a ir a mejor y que dejas allí a tus compañeros y las personas con las que has estado trabajando, es muy triste". López explica que en su proyecto trabajan unas 120 personas, entre las cuales hay médicos, enfermeros, y equipos de logística como administrativos o conductores.

López cuenta que es complicado de explicar lo que se vive allí dentro: "Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero aquí no: aquí vale lo que sientes estando allí dentro. Es una mezcla de impresiones y sentimientos difícil de explicar".

Además, su trabajo se complica porque no tienen lugares donde ejercerlo: "No hay sitios donde poner centros de salud, ni medicinas", narra López que admite que, viviendo esta situación, a veces llega a pensar que "no queda humanidad". A eso se le añade la noticia de que varios países han retirado su financiación a la UNRWA, lo que la coordinadora de Médicos sin Fronteras cataloga como "auténtica catástrofe" y espera que los gobiernos reconsideren su posición: "Desde luego en la situación en la que está ahora mismo Gaza no se puede permitir esto", sentencia López.

Gaza se ha convertido en uno de los peores lugares del mundo para ser mujer. Forzadas a abandonar su hogar bajo las bombas, muchas gazatíes sobreviven como pueden en campamentos improvisados, sin las más mínimas condiciones de higiene ni seguridad. "Vivir en una tienda de campaña, en plena calle, es más difícil para nosotras... No hay ningún lugar para asearnos o ir al baño con privacidad. Vivimos con miedo", cuenta Samah Al-Madhoun, madre de seis hijas. Foto: REUTERS/Saleh Salem

El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha pedido que se retomen los fondos para la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA), después de que una decena de países retiraran su financiación a la institución por las acusaciones de Israel de que varios de sus miembros habían participado en los ataques de Hamás. La ONU ha anunciado que tomará las medidas necesarias contra el personal que esté implicado, mientras continúa la investigación. Foto: AFP.