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Rusia continúa su campaña internacional para legalizar los referendos convocados en cuatro regiones ocupadas de Ucrania. La Unión Europea y Estados Unidos han calificado la anexión de ilegal, pero Moscú ha elegido la vía de los hechos consumados. En la Asamblea General de Naciones Unidas, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha dicho que reconocerá los resultados de la consulta y que todo el territorio de la Federación tiene la protección total de Moscú. El próximo jueves la Duma debatirá el proyecto de ley para incorporar las partes de Ucrania ocupadas por Rusia, otorgándole así un reconocimiento oficial.

Foto: Referéndum de anexión a Rusia en Lugansk (EFE/EPA/STRINGER)

Centenares de personas han sido detenidas en Rusia en las protestas contra la movilización militar que ha puesto en marcha el presidente ruso. Cuando se cumplen siete meses de guerra, se intensifican las detenciones de ciudadanos rusos que se oponen a la movilización parcial decretada por Putin para reforzar sus tropas en Ucrania. Por su parte, el director del Consejo ruso de Derechos Humanos ha pedido que se resuelvan algunos problemas en el alistamiento. Según la cadena proKremlin RT, se están enviando notificaciones a personas equivocadas. Mientras, en los territorios ucranianos ocupados prosigue la votación en los referendos de anexión a Rusia. EE. UU. y los aliados del G7 han dicho que no van a reconocer los resultados.

Foto: La policía se lleva a un manifestante detenido tras participar en una protesta no autorizada contra la guerra en Ucrania, en Moscú (EFE/EPA/MAXIM SHIPENKOV)

Estados Unidos y la Unión Europea no reconocerán los resultados de las consultas populares en los territorios ucranianos ocupados por el ejército ruso. La portavoz de la Casa Blanca ha dicho que los aliados están preparados para imponer "costos económicos rápidos y severos a Rusia". Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reiterado que su país no reconocerá el resultado de un falso referéndum que tampoco apoyará la mayor parte de la comunidad internacional.

Foto: Miembros de la comisión electoral visitan una vivienda en Mariúpol (REUTERS/Alexander Ermochenko)

En Járkov, a unos 80 kilómetros de la frontera rusa, han escapado hace días del asedio, pero aún les persigue un trauma colectivo: la destrucción de la escuela. Gala, una de las vecinas, cuenta entre lágrimas que perdió a su nieto en el bombardeo del colegio. Se refugió allí con amigos para escapar de los ataques y un misil les alcanzó. Otro de los chicos también murió.

Esta es una zona rural, donde empieza a llegar ahora la ayuda humanitaria.

Foto: TVE

En las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y en los territorios parcialmente controlados por las fuerzas rusas en Jersón y Zaporiyia han comenzado los referendos de anexión a Rusia, que se extenderán hasta el 27 de septiembre. Los cuatro territorios juntos conforman el 15% del territorio ucraniano. No habrá observadores internacionales. La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que actúa como observadora en elecciones, asegura que el resultado no tendrá valor legal porque no se ajusta a la ley ucraniana ni a las normas internacionales, y las áreas no son seguras. Los referendos se producen cuando las fuerzas rusas han perdido terreno ante la contraofensiva de los ucranianos y el presidente ruso, Vladímir Putin, ha ordenado una movilización parcial de reservistas.

Las familias de los reservistas que ya están empezando a ser movilizados en toda Rusia para luchar en Ucrania despiden a sus hijos, hermanos y maridos con lágrimas y oraciones.

Según el Kremlin todos los movilizados tienen experiencia en combate. En teoría están excluidos los alumnos de cursos presenciales, aunque algunos aseguran que han sido convocados. 

Según el gobierno ruso unos 10.000 hombres se han alistado voluntariamente. Otros intentan abandonar el país hacia Kazajstán o Finlandia.

Según la guardia fronteriza finlandesa las llegadas de rusos han aumentado más de un 50%. Aseguran que sólo entran los que ya tenían un visado.

Foto: AP

Los territorios ocupados por las tropas rusas en Ucrania han comenzado este viernes los referéndums para anexionarse a Rusia, unas consultas que no son reconocidas internacionalmente. Las autoridades prorrusas de las regiones de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia pretenden que se vote hasta el día 27, mientras continúan los combates en el frente.

Las votaciones se producen sin observadores internacionales ni garantías de neutralidad, y Kiev ya ha advertido que lo considera ilegal. 

Foto: REUTERS/ALEXANDER ERMOCHENKO

En Rusia el reclutamiento masivo para ir a Ucrania está en marcha. Muchas familias han despedido ya a padres, hijos o maridos. La movilización despertó el miércoles protestas, con más de 1.000 detenidos y se prepara otra manifestación este sábado. La huida de los que no quieren ir a la guerra parece imparable. Conseguir billete para los países que no piden visado como Armenia, Azerbaiyán, Serbia o Turquía se complica cada vez más. Por ejemplo, si quieren volar a Estambul tendrán que esperar una semana y a un precio de 2.500 euros, solo ida. También hay colas para salir por carretera en las fronteras de Georgia, Kazakistán, Mongolia o Finlandia. Solo en este último país, se ha incrementado un 57% la llegada de rusos en las últimas horas, según la guardia fronteriza.