El excomisario José Villarejo, que ha declarado este viernes como imputado en la Audiencia Nacional por la 'operación Kitchen', ha ratificado su versión ante el juez Manuel García Castellón. A su salida, ha dicho ante los medios que el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy tenía un "interés personal" en la presunta operación parapolicial y ha asegurado que le mantenía informado de la misma a través de mensajes de móvil.
También ha justificado que entraba en secreto por el garaje a la sede del PP a reunirse "ni se sabe" cuántas veces con la exsecretaria general del partido María Dolores de Cospedal porque "el trabajo de inteligencia tiene estas cosas".
Y ha asegurado que la entonces vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, "estaba informada al igual que el presidente del Gobierno", ya que era "responsable máxima del CNI" (en la época de Rajoy, el Centro Nacional de Inteligencia dependía de Defensa y de la Vicepresidencia). Dice que tanto es así, que le acompañó al despacho de Rajoy en el Congreso para revisar si había o no algún micrófono para escucharle.