Todas las miradas se vuelven a centrar en Grecia. En unos días se conocerá el diagnóstico sobre sus finanzas de los técnicos de la Unión Europea y el FMI que están trabajando sobre el terreno. Su informe será básico para poder decidir nuevas ayudas y nuevas condiciones.
Pero sin nuevas reformas económicas y más medidas de austeridad Bruselas no quiere negociar un segundo rescate. Los detalles de esos ajustes saldrán del informe que la delegación en Atenas del FMI, la Unión Europea y el Banco Central. El Gobierno griego tiene un mes de plazo para impulsar su programa de privatizaciones, que no acaba de salir adelante. Con él, el Estado vendería participaciones en empresas públicas en sectores estratégicos como la electricidad o la distribución de agua potable por unos 50.000 millones de euros.