Vladimir Putin visita de nuevo la península de Crimea, recientemente anexionada a Rusia. Para el gobierno de Kiev, es una nueva provocación del presidente ruso, justo además en un momento en el que hay más confusión que certeza sobre el destino de la ayuda humanitaria que Moscú está enviando por carretera al este de Ucrania.
Ucrania ha anunciado este miércoles que aceptará la ayuda humanitaria rusa con destino a la población de la región de Lugansk, pero con la condición de que sea revisada por representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y repartida por la Cruz Roja.