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Los siete países del sur de Europa reunidos este lunes en una cumbre en Madrid -España, Francia, Italia, Portugal, Grecia, Malta y Chipre- han reiterado la necesidad de mantener la unidad de los 27 y de preservar los intereses de la UE en la negociación con el Reino Unido para su salida de la Unión, así como el apoyo al negociador designado por el Consejo Europeo, Michel Barnier. Además, los siete líderes han considerado "comprensible" el ataque llevado a cabo el pasado día 7 por EE.UU. contra la base aérea siria de Shayrat.

El presidente del gobierno se reúne en el Palacio de El Pardo con los líderes de Francia, Italia, Grecia, Portugal, Malta y Chipre para analizar principalmente, las consecuencias del Brexit y el futuro de la Unión Europa. El objetivo de la cumbre es lanzar un mensaje de unidad y compromiso con el proyecto europeo. Está previsto que al finalizar el encuentro los 7 adopten una declaración que más allá del Brexit haga referencia a la inmigración, la lucha contra el terrorismo y la política de Seguridad y Defensa.

Por primera vez, la Europa comunitaria que durante seis décadas ha ido creciendo, pierde a uno de sus miembros: Gran Bretaña. Una salida que obliga a cambiar el paso y que abre muchos interrogantes. La nueva UE de los 27, deberá encontrar respuestas para la nueva situación y para las grandes crisis aún sin resolver, como la de los refugiados, la bancarrota de países como Grecia, o el avance del ultranacionalismo y los euroescépticos.

La reunión de los ministros de Finanzas del G20 ha concluido sin un consenso sobre las relaciones comerciales, pero con importantes cambios impulsados por el rechazo de la administración estadounidense a valores tradicionales del grupo, como la retirada de la condena global del proteccionismo o incluir la idea del "comercio justo" y no sólo el "libre comercio".

El presidente francés, François Hollande, ha invitado al presidente del Gobierno español a participar en marzo en una reunión con Alemania e Italia para construir entre los cuatro países un frente común europeo. En la cumbre hispano-francesa celebrada este lunes en Málaga, ambos países, con los respectivos gobiernos casi al completo, han escenificado su apuesta firme por el proyecto de la Unión Europea.

Rajoy y Hollande han mantenido una reunión en la que han abordado a los principales retos a los que se enfrenta la Unión Europea. Ambos han firmado varios acuerdos en materia de lucha contra el terrorismo y contra el tráfico de drogas, además de inversiones en infraestructuras. 

El presidente francés ha invitado a Rajoy a participar en una cumbre a cuatro que se celebrará en Versalles el próximo 6 de marzo y a la que asistirán también la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.

La Cancillería alemana como el centro de guardia en tiempos de muchas incógnitas. Ángela Merkel como anfitriona de los cinco países con más peso de la Unión Europea, los seis más fuertes en la Otan. Y sobre la mesa, la lucha contra el Estado Islámico, sobre la que Barack Obama ya dijo anoche no espera grandes cambios. Theresa May y Mariano Rajoy pusieron énfasis en el debate sobre refugiados e inmigrantes.