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Las llamadas a la paz y al diálogo han resonado en la Asamblea General anual de la ONU celebrada esta semana en Nueva York. La mayoría se han centrado en la crisis bélica de Oriente Medio, especialmente la guerra de Siria, un conflicto que ha comprometido la convivencia internacional como ningún otro desde las grandes confrontaciones mundiales del siglo XX. Tanto por la tensión entre intervinientes como por la oceánica crisis de los refugiados que huyen del desastre.

La última tregua, avalada por todas las potencias en juego, Rusia, Estados Unidos, la oposición y el ejército de Asad, fue la oportunidad más respaldada desde el principio de las hostilidades para empezar a tejer la paz. Sin embargo, el alto el fuego ha quedado en un cese fallido, interrumpido por bombardeos en sus últimos días y coronado por el ataque aéreo a un convoy de ayuda humanitaria con suministros para 78.000 personas, que dejó al menos 21 muertos.

Este incidente ha desatado un intercambio de acusaciones sin responsabilidades claras que, sumado a nuevos bombardeos sobre la población civil en Alepo, ha ensombrecido el horizonte sirio y enmarañado la arena diplomática. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, calificó el ataque de "repugnante, salvaje y aparentemente deliberado". Más fotos de niños ensangrentados para un horror cotidiano que los buenos propósitos en Nueva York no alivian.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha urgido este martes a elegir un "mejor modelo de cooperación" e integración entre los países frente a un "mundo profundamente dividido", en el inicio de su último discurso ante la Asamblea General anual de la ONU. "Debemos ir hacia delante, no hacia atrás", ha dicho Obama.

En un contexto internacional muy marcado por las guerras en Oriente Medio, sobre todo la de Siria y el fracaso de la última tregua, así como la crisis de los refugiados consecuente, Obama ha hecho un llamamiento a la solidaridad. "Muchos países podrían hacer más para ayudar a los refugiados, particularmente los más ricos", ha dicho. El mandatario estadounidense ha apuntado que el mundo "será más seguro" si los refugiados reciben ayuda y ha anotado que algunos países están haciendo lo correcto, pero otros no.

Obama ha afirmado que, ante los desafíos actuales, entre los que mencionó la no proliferación nuclear, el combate a enfermedades como el zika o la crisis de los refugiados, todos los países tienen que "hacer más". El rechazo de "cualquier forma de fundamentalismo y racismo", y la defensa de la "democracia real" frente a los modelos autoritarios guiados por "hombres fuertes", han sido otros de los argumentos que el inquilino saliente de la Casa Blanca ha subrayado ante la Asamblea de la ONU.

Una de ellas la de los llamados países BRIC o emergentes, que buscan ganar peso en la economía mundial. Lejos de las cámaras se negocia un acuerdo de paz para Siria. Todos están de acuerdo en que hay que acabar con el Estado Islámico. Otro tema de conversación ha sido el Brexit, principal eje del encuentro entre la nueva primera ministra británica y Obama, que están dispuestos a mantener sus estrechos lazos económicos y comerciales. Theresa May ha insistido en que el Brexit es definitivo y que no se repetirá el reféréndum.

El PSOE espera la llamada de Rajoy. Aunque su postura oficial la fijarán dentro de 10 días en el comité federal reiteran que no tendrá ni sus votos ni su abstención. El líder socialista en Valencia, Ximo Puig, asegura que hay votos de derecha, centroderecha suficientes para que se articule una mayoría, eso es lo que hay y lo que tiene que intentar Rajoy, que es el responsble. Esa otra mayoría pasa por Ciudadanos y PNV. Hoy desde el partido naranja dicen que los nacionalistas vascos y ellos son como agua y aceite, e insisten en una mesa a tres que PP y PSOE ya han rechazado. Desde el PP siguen diciendo que lo mejor sería un gobierno con PSOE, y al menos, en que se abstengan para no bloquear un gobierno que debe presidir Mariano Rajoy.

Los contactos informales comenzaron con el encuentro entre el presidente Hollande y el primer ministro italiano Renzi en el Elíseo. Francia apuesta por un proceso lo más rápido posible para evitar la incertidumbre. Así se lo hará saber Hollande, mañana en París, al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. El mismo lunes Tusk viajará a Berlín para tratar con Renzi y con la canciller alemana Merkel, las consecuencias del ‘Brexit’.

Una cita con la que Kim Yong-Un busca reforzar su poder en el país y que la comunidad internacional mira con inquietud por sus ambiciones nucleares. Cerradas las puertas de la Casa de la Cultura de Pyongyang donde se celebra el Congreso y cerrada también cualquier información sobre los temas que se van a tratar en estas jornadas que algunos califican de históricas. Podrían trazarse líneas económicas después de las recientes sanciones impuestas por la ONU, cambios en la elite del partido, pero sobre todo el objetivo para Kim Yon Un es reforzar su poder.

El presidente francés ha hecho un llamamiento para que el borrador aprobado por el plenario de la cumbre del clima acabe en un acuerdo global el próximo viernes. En París hoy han participado el ex vicepresidente de EE.UU. y premio Nobel de la Paz, Al Gore, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
 

El cambio climático es, para África, cuestión de vida o muerte, por eso sus 54 líderes acuden a Paris con una sola voz, pidiendo a los más ricos que reduzcan sus emisiones de CO2 y ayuden a cambiar el modelo de crecimiento en los países en desarrollo. En esa línea Francia e India han lanzado una alianza internacional para transferir tecnología y financiación en proyectos de energia solar. Ecuador y Bolivia proponen crear una corte de justicia ambiental y creen que la causa del calentamiento es el sistema capitalista.