En el último medio siglo han desaparecido en Norteamérica 2.900 millones de aves y en Europa 400 millones en los últimos 30 años. Son datos de un estudio publicado en la revista Science y que recoge obvervaciones de las principales sociedades ornitológicas. Agricultura intensiva, agroquimicos, deforestación o cambio climático son algunas de las causas de este declive. Los datos son extensivos al resto del mundo.
FOTO: Colonia de flamencos en el Delta del Ebro. EFE/JAVIER BELVER
Comenzamos en Glasgow, con una nueva jornada de la COP26, en la que los líderes mundiales se han comprometido a reducir la deforestación y las emisiones de metano. Hablamos sobre la protección del Océano Antártico y sobre la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos con Greenpeace España. Vamos a Francia para saber qué ha dicho el único superviviente del comando terrorista responsable de los atentados de noviembre de 2015, nos fijamos en las elecciones legislativas en EE.UU. y sobre la impunidad con la que se asesina a periodistas y reporteros en todo el mundo.
El ecocidio podría convertirse en nuevo crimen contra la humanidad. Un grupo de expertos y ONGs piden que la Corte Penal Internacional lo incluya como delito, para prevenir desastres medioambientales. El desastre del Prestige o de Aznalcóllar son claros ejemplos de esta destrucción masiva de uno o varios ecosistemas. Es un daño ilícito o arbitrario grave y duradero provocado contra el medio ambiente. Ahora un grupo de expertos y la campaña Spot Ecocidio pretenden que la Corte Penal Internacional lo considere un crimen internacional. El objetivo es prevenir este tipo de desastres, pero también que el daño deliberado que humanos, industrias o gobiernos causan a la naturaleza no quede impune.
Indígenas brasileños llevan más de una semana acampados frente al congreso en protesta por un proyecto de ley que abriría sus tierras a la explotación. La última manifestación ha acabado en enfrentamientos con la policía.
Cerca de un millón doscientas mil personas han pedido a la Unión Europea una legislación eficaz que evite que la cesta de la compra se llene de artículos que provocan daño ecológico importante, como la destrucción de los bosques. La compra de cosméticos o filetes de ternera forman parte de esas compras que producen daños sin nosotros saberlo ¿Por qué? pues por ejemplo porque el ganado vacuno se alimenta de soja que proviene del Amazonia, el pulmón principal de nuestro planeta, o el cósmetico que se elabora con aceite de palma y se ha extraído de un bosque de Borneo. La Unión Europea, sus habitantes, son responsables del 10% de la deforestación boscosa del planeta.
La FAO ha publicado su informe más completo sobre la situación de los bosques en el planeta. Ocupan un tercio de la superficie total de la tierra pero la actividad humana y el calentamiento global, entre otras causas, no dejan de reducir su extensión. En 30 años se han deforestado 420 millones de hectáreas.
Más de 8.500 hectáreas de bosque, el equivalente a 10 millones de árboles, fueron derrumbados entre enero y febrero de 2019, un gigantesco ecosistema en la Amazonia brasileña con una superficie similar a la de España. Esta tala descontrolada unido a los incendios provocados está afectando al pulmón del planeta. Según cifras del Instituto Nacional de Investigación Espacial del Brasil (INPE), en la Amazonia se han detectado 72.843 incendios desde enero de 2019.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha acusado este viernes que su homólogo brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, de "mentir" sobre sus compromisos medioambientales, por lo que se opondrá a la firma del tratado de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur.
"Dada la actitud de Brasil estas últimas semanas, el presidente solo puede constatar que el presidente Bolsonaro le mintió durante la cumbre de Osaka" del G20, han señalado fuentes de la presidencia francesa. "En esas condiciones, Francia se opondrá al cuerdo con Mercosur", han añadido.
La región amazónica ha registrado más de la mitad de los 71.497 focos de incendio detectados en Brasil entre enero y agosto de este año, una cifra un 83% superior al del mismo período de 2018, según los datos divulgados por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).