La mayor tragedia en la historia del fútbol egipcio ha dejado en la ciudad mediterránea de Port Said al menos 74 muertos y sacudió a un país al borde de un ataque de nervios que atraviesa por una transición plagada de catástrofes.
La salvaje batalla entre los aficionados del club local, Al Masry, y los del equipo rival, el cairota Al Ahly, estalló nada más pitar el árbitro el final del partido que habían ganado los primeros por 3 goles a 1.
El Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes, ha acusado a los partidarios del antiguo régimen de Hosni Mubarak de los disturbios.
Decenas de personas han muerto y centenares han resultado heridas en los disturbios registrados en un partido de fútbol en Port Said, al norte de Egipto.
Veinticinco trabajadores chinos secuestrados el martes por hombres armados en una fábrica de cemento en Arish, en la península egipcia del Sinaí, han sido liberados sanos y salvos, según ha informado la embajada china en El Cairo a la agencia oficial Xinhua.
Los 24 trabajadores y un traductor del chino al árabe, que se dirigían ayer en autobús a la fábrica cuando fueron capturados, se encuentran bien, añadió la fuente oficial.
El ministerio de AAEE de China dijo el martes en un comunicado que un equipo de la embajada desplazado a la zona buscó una solución con las autoridades y pidió además mayor seguridad para las empresas y trabajadores chinos en Egipto.
Los secuestradores habían pedido al principio, según la agencia oficial egipcia de noticias Mena, la liberación de 5 condenados por atentados en 2004 y 2005 en las localidades turísticas del Sinaí de Taba y Sharm el Sheij. Al parecer, también habían pedido el cese de la exportación de gas a Israel y la apertura del paso fronterizo de Rafah, que comunica con la franja palestina de Gaza.
Las autoridades chinas trabajan también para liberar a unos 29 trabajadores de la empresa estatal china Synohidro secuestrados por el Movimiento Popular para la Liberación de Sudán Sector Norte (MPLS-N), la rama norteña del grupo que gobierna la fronteriza República de Sudán del Sur.
Egipto vive el "viernes de la dignidad", en recuerdo de otro viernes, el de la ira, hace ahora un año, decisivo en la caída de Mubarak. Otro día más la plaza Tahrir ha vuelto a ser un clamor para pedir la salida de los militares del poder.
Después de celebrar el primer aniversario de la Revolución en Egipto, los partidos políticos se centran ya en las presidenciales de junio. Todo indica que los Hermanos Musulmanes, que tienen la mitad del Parlamento, ganarán con rotundidad. TVE ha hablado con su candidato, el hombre que puede suceder a Hosni Mubarak.
Se cumple un año desde que se iniciaron las grandes protestas en Egipto que terminaron con 30 años de dictadura de Hosni Mubarak. Este miércoles, decenas de miles de egipcios han vuelto ha llenar la plaza Tahrir, algunos protestando contra la Junta Militar y exigiendo una transferencia inmediata de poder al gobierno civil y otros celebrando este día declarado "fiesta nacional" por los militares.