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Donald Trump apura sus intentos por dar la vuelta los resultados de las elecciones del 3 de noviembre. Su abogado, Rudolph Giuliani, ha vuelto a denunciar públicamente un “fraude masivo” a nivel nacional para manipular el recuento. Ha sido en una encendida rueda de prensa que le ha llevado a aparecer marcado por unos surcos de sudor mezclados con tinte o maquillaje capilar. El incidente ha terminado acaparando más atención que las propias declaraciones de Giuliani. El tiempo avanza sin que Trump reconozca la victoria del presidente electo, Joe Biden, que ha señalado a Trump como "irresponsable" por su desafío al resultado de las elecciones y las presiones de su campaña a Michigan para que no le certifique como ganador. "Estoy seguro de que (Trump) sabe que no ha ganado. No soy quién para cuestionar sus motivos, pero es indignante lo que está haciendo", ha dicho Biden.

7 de cada 10 votantes republicanos también creen que hubo fraude en las elecciones de EE.UU. a pesar de derrotas como la de Georgia, donde un nuevo recuento ha confirmado la victoria de Biden. Trump ha cambiado de estrategia: ahora presiona a sus afines en estados clave para darle la vuelta al resultado. El abogado de Trump, Rudy Giuliani, sudaba tinta del cabello mientras trataba de explicar que ha habido una conspiración de los demócratas para robar las elecciones, el equipo del magnate habla de un software creado en Venezuela por orden del fallecido Hugo Chávez pero cuando los periodistas piden ver alguna prueba no lo consiguen "hay cosas que no puedo revelar", aseguraba. Hoy el presidente ha invitado a la Casa Blanca a dos legisladores de Michigan, un paso más en la estrategia de Trump por negar su derrota, y es que mientras que sus demandas fracasan en los tribunales, aumentan los contactos con funcionarios encargados de validar los resultados, esta vez varios han denunciado amenazas, como el secretario de estado de Georgia, uno de los estados más reñidos. Él acusa a Trump de ser uno de los presidentes más irresponsables de la historia.

Dos semanas después de las elecciones en Estados Unidos, Donald Trump sigue tomando decisiones como si no las hubiera perdido: ha ordenado retirar tropas de Irak y Afganistán y ha destituido al responsable de ciberseguridad, por decir que las elecciones habían sido las más seguras de la historia. Desde entonces solo ha salido de la Casa Blanca para jugar al golf y ha comparecido tres veces, sin responder preguntas, y repitiendo su mantra de que es un fraude y si se cuentan los votos legales ha ganado él, al igual que hace en sus mensajes en Twitter. Entre su campaña y su partido han presentado una veintena de demandas por los recuentos: la mitad han sido rechazadas o desestimadas. En Georgia, donde Trump ha perdido por poco, el Secretario de Estado, republicano, denuncia que colegas de su partido lo están presionando para deshacerse de algunos votos.

Decenas de miles de partidarios de Donald Trump salieron por las calles de Washington, procedentes de todos los rincones del país, para protestar en contra de lo que describen como un "fraude electoral", justo una semana después de que el demócrata Joe Biden se proclamara ganador. El propio presidente se acercó al lugar en que comenzaba la protesta, cerca de la Casa Blanca, para saludar a los congregados desde dentro de su coche, a través de la ventanilla. No es habitual ver partidarios de Trump en la capital, pues la mayoría de sus habitantes votan demócrata, pero el color rojo republicano se impuso como color. Informa nuestro corresponal Fran Sevilla

Eduardo Ezequiel conoce a Kamala Harris desde 2014. De la futura vicepresidenta del Gobierno de EE.UU. dice que es cercana, atenta, seria y clara. Sobre la posibilidad de convertirse en su fotógrafo, cree que todavía no lo habrán pensado.

No pudo cubrir estas elecciones porque el confinamiento y las restricciones del coronavirus le pillaron en Zaragoza. Pero ya está en San Francisco con la cámara preparada para cuando le llamen.

El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha ampliado su margen de victoria sobre Donald Trump al proclamarse ganador en el bastión republicano de Arizona. Además, la Agencia de Ciberseguridad de Estados Unidos no ha hallado evidencias de fraude electoral, tal y como asegura el presidente. Mientras, líderes mundiales como el presidente chino o el papa Francisco se suman a las felicitaciones al demócrata. [Especial: elecciones en Estados Unidos]

Tras la derrota electoral de un Donald Trump poco amigo de los canes, la Casa Blanca retoma su larga tradición de ladridos y jadeos. Los pastores alemanes del matrimonio Biden, Champ y Major –este último, rescatado de una protectora–, tomarán el relevo de otros famosísimos 'first dogs'. Nombres como Bo, Buddy o Millie forman parte de este peculiar desfile de perros presidenciales. David Celia, Bombai, Billy Currington, Tisuby o Mecano son algunos de los artistas que han cantado las bondades de estos entrañables seres peludos.

En Estados Unidos, al bloqueo en el traspaso de poder se le suma la crisis abierta en el Pentágono tras el cese fulminante del secretario de Defensa, que ha supuesto una cascada de dimisiones. Entretanto, la transición de poder se antoja incierta y podría alargarse hasta que el Colegio Electoral nombre al próximo presidente de Estados Unidos. Y mientras Donald Trump solo se manifiesta en Twitter, Joe Biden ya trabaja en su nueva Administración. [Especial: elecciones en Estados Unidos]

El 10 de noviembre de 2019 se celebraron elecciones generales en España. Desde entonces han pasado muchas cosas. Fueron unas votaciones no deseadas, porque la mayoría de la ciudadanía quería un acuerdo de Gobierno. Nos costó cuatro elecciones en cuatro años para que se formara una coalición. Y en esta nueva etapa todavía no se han aprobado unos Presupuestos Generales del Estado.

Paco Camas, analista de Metroscopia, explica el papel de cada partido político ante esta situación de descontento político histórico.