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La ciudad de Dearborn en Michigan cuenta con el mayor porcentaje de población árabe en todo Estados Unidos, lo son más de la mitad de sus 110.000 habitantes. Para los ciudadanos de origen árabe, el Gobierno de Estados Unidos está financiando el genocidio en Gaza con el envío de armas a Israel. En su campaña electoral, Kamala Harris ha prometido hacer lo correcto y seguir apoyando al Gobierno de Netanyahu. Hoy, en Más cerca, visitamos Dearborn para entender el enfado de sus ciudadanos, ya que el voto árabe es clave en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.

A principios del siglo pasado, cientos de inmigrantes comenzaron a llegar a esta localidad, sobre todo desde el Líbano, para trabajar en las plantas de Fort. Ese flujo fue creciendo con los años, con personas que buscaban mejores oportunidades o que huían de las guerras en sus países. Actualmente, la población árabe en Dearborn se encuentra dividida. Por un lado, tenemos los que apoyan el movimiento 'Abandona Harris' de Farrakhan que recomienda votar al Partido Verde y a su candidata, Jill Stein. Y luego, se encuentran aquellos que piden entregar la papeleta en blanco.

En la entrada del mitin de Kamala Harris en el estado clave de Pensilvania las camisetas dibujan una mujer positiva, fuerte, que noquea a su rival en el debate. Lo que más les importa a los que apoyan a la candidata demócrata es proteger la democracia o el derecho al aborto. También la libertad individual, que solía estar en boca de los republicanos pero que la vicepresidenta ha reinventado. "La libertad de la mujer para decidir qué hacer con su propio cuerpo y que no se lo diga el Gobierno", ha defendido ante sus seguidores. Harris reivindica el patriotismo, se presenta como la presidenta de todos, y aunque lleva cuatro años como vicepresidenta se vende como el futuro.

Foto:  REUTERS/Eloisa Lopez/File Photo

Quedan sólo ocho días para las elecciones en Estados Unidos y el candidato republicano, Donald Trump, está ligeramente por encima de la demócrata Kamala Harris, según la media de las principales encuestas del país. En Manhattan, una marea de gorras rojas rodea al expresidente en uno de sus mítines, algo insólito en uno de los feudos más demócratas del país. Harris le saca 16 puntos de ventaja, pero Trump sigue pregonando que ganará en el estado de Nueva York. Muchos creen que, a tan pocos días de la votación, es un golpe de efecto con el que quiere plantar la bandera trumpista en terreno enemigo.

Foto: ANGELA WEISS / AFP

La inmigración es uno de los grandes asuntos de la campaña electoral para los próximos comicios de Estados Unidos. Se puede observar en que Donald Trump, el candidato republicano, habla de esto en todos sus mítines, asegurando que Joe Biden y Kamala Harris han abierto la puerta de los Estados Unidos a miles de criminales. Promete, si vuelve a la Casa Blanca, poner en marcha una deportación masiva. Uno de los Estados que comparte un mayor número de kilómetros de frontera con México es Arizona y los migrantes que quieren cruzar a Estados Unidos tienen que hacerlo por una zona desértica, en la que han muerto cerca de 5.000 personas desde el año 2000.

Hoy, en Más Cerca, hablamos con Dora Rodríguez, la directora de Salvavision, una organización sin ánimo de lucro en Tucson que se centra en recolectar víveres y juguetes, entre otros, para ayudar a los migrantes que llegan a Estados Unidos desde México por la frontera de Arizona. Ella misma hizo ese camino hace más de 40 años, poco después de que comenzase la guerra en su país, El Salvador.

La polémica por racismo y xenofobia está servida. El comentario del humorista y presentador Tony Hinchcliffe, telonero del expresidente y candidato republicano Donald Trump en el mitin celebrado este domingo en el Madison Square Garden de Nueva York ante 20.000 personas, ha causado indignación en la isla de Puerto Rico. En su participación Hinchcliffe dijo que “literalmente hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento, creo que se llama Puerto Rico”.

Cantantes puertorriqueños como Ricky Martin, Luis Fonsi, Bad Bunny y René Pérez (Residente) han salido en defensa de su tierra natal y han pedido a sus seguidores que voten en conciencia el próximo 5 de noviembre.

Huntington Beach era conocida como Surf City, pero últimamente se ha ganado otro apodo: la capital MAGA, por las siglas del populismo liderado por Trump. Se trata de una isla republicana en un mar demócrata, el estado de California. Este municipio de la costa oeste se ha convertido en un retrato a pequeña escala de la América dividida. En poco tiempo se han concentrado aquí casi todas las guerras culturales que se libran a nivel nacional en todo el país.

Foto: Huntington Beach, California (Getty Images)

La ciudad de Flint, en Michigan, lleva años sufriendo a partir del cierre de la empresa estadounidense General Motors, que daba trabajo a muchos de los habitantes de la misma. En los años 60, la empresa controlaba la mitad del mercado estadounidense: uno de cada dos coches que se vendían eran suyos, ahora no lo son ni uno de cada cinco. Actualmente, el hueco que dejó la compañía automovilística no se ha llenado y la calidad de vida de los habitantes de Flint ha disminuido considerablemente.

Michigan es uno de los estados clave para estas elecciones, reparte concretamente 15 votos electorales, por lo que las preocupaciones de las personas que viven en una de sus ciudades más representativas, que pasó de 150.000 habitantes a 80.000 según los datos censales, son importantes. Los candidatos lo saben, por eso tanto Kamala Harris como Donald Trump la han visitado en el último mes, prometiendo revitalizar la ciudad y su industria sin muchas concreciones de cómo lo harán.

El aborto es uno de los temas clave en las próximas elecciones estadounidenses del 5 de noviembre. Kamala Harris, la candidata demócrata, ha hecho bandera de ello y, si llega a la Casa Blanca, promete intentar recuperar ese derecho a nivel federal, aunque es muy complicado que el Congreso tenga la mayoría necesaria para sacar adelante una regulación federal sobre el aborto. El candidato republicano, por su parte, presume de haber puesto en el Supremo a tres de los jueces que lo echaron abajo en su día.

Una decena de Estados llevan propuestas para que el aborto se reconozca como un derecho en la Constitución estatal, como Arizona, donde está permitido hasta la semana 15 de gestación y después, si la vida de la madre o del feto están en riesgo. Pero en la práctica es una excepción. Por el contrario, hasta una veintena de Estados han legislado en contra del aborto, varios incluso lo han prohibido casi completamente, hasta en casos de violación.