El primer contenedor de mercancías procedente de Japón que ha llegado a España desde que empezó la crisis nuclear, ha pasado el examen radiológico esta mañana en el Puerto de Valencia. Por ese puerto entran cada año 4.500 contenedores del país asiático con cerámica y componentes industriales.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón ha elevado oficialmente al máximo nivel (siete sobre siete) la gravedad del accidente nuclear de la central de Fukushima. Hasta ahora, esa clasificación solo se había dado a la catástrofe de Chernóbil de 1986. Las autoridades niponas han tomado esta decisión tras evaluar la amplitud de los efectos provocados por los escapes radiactivos de la central en la salud de los habitantes y en el medioambiente. Ahora corresponde al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) hacer oficial este informe.
El nuevo movimiento sísmico, de 7,1 grados, ha vuelto a disparar la alerta de tsunami. La central de Fukushima ha sido evacuada durante menos de una hora y no ha sufrido daños.
Un nuevo terremoto de magnitud 7,1 ha sacudido la costa del noreste de Japón, un mes después del gran seísmo y posterior tsunami que devastó el litoral nipón, sumiendo a la isla en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial. El Gobierno japonés ha anunciado la ampliación del radio de evacuación a 40 kilómetros de la central nuclear de Fukushima (11/04/2011).
Las autoridades japonesas comienzan a construir un muro de acero para evitar la filtración de agua radiactiva al mar. También van a empezar a entregar las primeras casas prefabricadas para los damnificados y se ha habilitado un hotel que iba a clausurarse para albergar a 360 afectados. (09/04/2011)
El accidente nuclear de Palomares, sucedido en 1966, sigue sin resolverse. Aumenta la presión sobre el gobierno español para que reclame a su vez a la administración norteamericana la descontaminación definitiva de esta pedanía de la costa almeriense. El Escarabajo Verde reflexiona sobre las consecuencias del uso de la energía nuclear.
Para ello, los trabajadores inyectan nitrógeno en uno de los reactores. El Gobierno no descarta ampliar el perímetro de seguridad en torno a la central.