Ucrania es el tercer país de la Unión Europea, tras Francia y Eslovaquia, que más depende de la energía nuclear. Actualmente tiene cuatro centrales nucleares en funcionamiento, con un total de quince reactores. La mayor de ellas, Zaporiyia, con seis reactores, ha sido objeto de un ataque ruso en las últimas horas.
En el noveno día de ofensiva, los ataques de las fuerzas rusas han provocado un incendio en el centro de formación de la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, Ucrania. Los bombardeos a la planta más grande de Europa, y la tercera del mundo, han disparado las alarmas sobre una posible catástrofe al declararse una amenaza para la primera unidad. El fuego ha sido apagado, el inmueble siniestrado se encuentra fuera de la central y los niveles de radiación no se han visto alterados. Informa desde allí Óscar Mijallo en el Telediario Matinal de TVE.
Foto: Un momento del incendio que los ataques de las fuerzas rusas han provocado en la central nuclear de Zaporiyia. Reuters/ Zaporizhzhya NPP
La controvertida decisión de la Comisión Europea de calificar como "verdes" la energía nuclear y el gas ha abierto el debate sobre su papel como energías de transición contra el cambio climático, y ha vuelto a poner el foco sobre los pros y contras de las centrales nucleares. Un equipo de Informe Semanal ha visitado la antigua central nuclear de Zorita, en Guadalajara, ya casi totalmente desmantelada. Fue la primera que se construyó en España y allí siguen depositados 12 contenedores con 175 toneladas de residuos de alta intensidad que generó su actividad. Otras cinco nucleares siguen activas en España, todas con fecha de caducidad.
"La energía nuclear no es verde, genera daños en el medio ambiente", asegura Alicia Cantero, de la organización ecologista Greenpeace. "No sólo durante su periodo de funcionamiento, sino también que tiene el grave problema de los residuos radiactivos, que permanecen activos durante cientos de miles de años".
Ignacio Araluce, presidente del Foro Nuclear, que agrupa a las empresas propietarias de las centrales, reconoce que solo en residuos de combustible nuclear, los de mayor actividad, los reactores españoles generan unas 200 toneladas al año, pero argumenta que la energía nuclear también tiene factores positivos para el medio ambiente. "Evitamos no 200 toneladas de CO2, sino 20 millones de toneladas de CO2", asegura.
Estar en la lista de actividades verdes indica a los inversores, públicos y privados, que un proyecto determinado es útil para la transición ecológica, lo que lo hará rentable para invertir. Y eso moverá mucho dinero. De esas consecuencias económicas hablamos con varios expertos. Bernabé Alonso Fariñas, profesor de la Universidad de Sevilla e integrante de la Plataforma de Finanzas Sostenibles destaca que la Comisión considera que es importante tener esas tecnologías funcionando hasta llegar a emisiones netas 0 y "quiere usar esta herramienta para que se financien esos proyectos. La cuestión es si ésta es la herramienta para financiar la transición".
Bruselas asegura que el objetivo no es promocionar ni la energía nuclear, cuyo principal valedor es Francia, ni el gas, fundamental para Alemania. "Sí es un medio hacia ese fin: un futuro bajo en carbono con energías renovables" asegura la comisaria Maired McGuinnes. Otros miembros de la Comisión, como el vicepresidente Josep Borrell, votaron en contra de la propuesta, a la que también se oponen algunos países como España y Austria.
La Comision Europea ha clasificado el gas natural y las centrales nucleares como fuentes deenergía verde. Aunque admite que no son renovables, considera que pueden servir como puente hacia la descarbonización y la neutralidad climática y, con esta tipificación, persigue fomentar las inversiones. El borrador de esta decisión ya generó enormes críticas y divide a los socios comunitarios. En España, el Ministerio para la Transición Escológica se ha manifestado en contra y Austria va a llevar la propuesta al Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Francia y Alemania se muestran satisfechos parcialmente: el primero defiende que solo el gas natural esté en la lista, mientras que el segundo se decanta solamente por la nuclear. Analizamos la decisión de la Comisión y las posturas de diversos socios con nuestros corresponsales en Bruselas (María Carou), Berlín (Beatriz Domínguez) y París (Antonio Delgado).
Sobre este asunto conversamos también con Eloy Sanz, profesor de Energías Renovables en la Universidad Rey Juan Carlos y revisor experto del panel de la ONU sobre cambio climático. Para Sanz, "lo único que puede hacer esta inclusión en esta taxonomía es perjudicarnos", ya que "nadie se plantea en su sano juicio abrir nuevas centrales que quemen gas en España".
China busca generar energía nuclear limpia y con ese objetivo ha construido un 'sol artificial', un reactor de fusión que ya calienta más que el propio Sol. El reactor, que intenta imitar el proceso por el que el Sol genera luz y calor, ha conseguido mantener encendido un plasma a una temperatura de 70 millones de grados celsius, casi cinco veces más que el núcleo del sol, durante 1.056 segundos, más de 17 minutos.
Hablamos de dos casos de tribunales en EEUU: el que afecta a la que era una de las figuras más prometedoras de Silicon Valley, Elizabeth Holmes, fundadora de la empresa de biotecnología Theranos, y el que afecta al Príncipe Andrés, hijo de la Reina Isabel II, relacionado con los escándalos de abusos sexuales de Jeffrey Epstein. Hablaremos también de la polémica intención de la Comisión Europea de declarar "verde" la energía nuclear y la del gas para atraer inversiones, y de la pésima situación de la economía turca.
Entrevistamos a Alicia Cantero, responsable de Unidad Política en Greenpeace España, para conocer la posición de esta organización ecologista en torno a la propuesta de la Comisión Europea para que la nuclear y el gas natural sean consideradas energías "verdes".
En medio de crecientes tensiones entre grandes potencias cinco de ellas: Estados Unidos, China, Rusia, Francia y el Reino Unido, los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, firman este comunicado contra la proliferación de armas nucleares. "Nadie gana una guerra nuclear, y nunca debe librarse", escriben. Reafirman su compromiso de frenar la carrera por este tipo de armamento.