La tensión racial sigue imparable en EE.UU. después de que dos personas hayan muerto durante un tiroteo producido el martes por la noche en Kenosha, Wisconsin. La ciudad se ha visto asolada por manifestaciones, disturbios y saqueos tras el incidente sufrido por el afroamericano Jacob Blake a manos de agentes de policía, que le ha dejado paralizado de cintura para abajo por culpa de los disparos recibidos.
En señal de protesta, miles de manifestantes desafiaron el toque de queda declarado para las 20 horas de la tarde. Los antidisturbios trataron de contener a la multitud que provocó diversos incendios en edificios y contenedores. Este incidente tiene además un fuerte significado electoral porque Wisconsin es el estado que puede decidir las elecciones del 3 de Noviembre