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En EE.UU. se empiezan a ver los efectos del atasco del comercio global. Hay problemas de reparto, faltan camioneros, no llegan los productos que dependen de China y la falta de chips ha paralizado fábricas enteras en muchos países.

Una crisis que ha provocado un cuello de botella en la distribución. Y hay muchos ejemplos visibles. Algunos están recomendando comprar ya las botellas de alcohol para las navidades. También las novias están anticipándose meses para comprar sus trajes para la boda. Los pedidos se demoran como nunca.

Los pavos de Acción de Gracias llegarán a los supermercados con mucho más peso. La falta de distribución hace que los animales pasen más tiempo en los criaderos. Además, Apple ya ha avisado de que solo tendrá disponibles diez millones de los nuevos iphone 13 cuando pretendía vender 90 millones.

Contenedores con muebles, ropa, juguetes o comida permanecen atascados en los puertos. El Gobierno se ha reunido con los sectores implicados para buscar soluciones y que no falten productos en las próximas fiestas, las de máximo consumo. Algo que, de momento, no está garantizadao.

Foto: Spencer Platt/Getty Images/AFP.

Jonathan Franzen, uno de los grandes novelistas norteamericanos actuales, acaba de publicar Encrucijadas, la primera novela de una trilogía en la que la familia vuelve a ser protagonista, como ya ocurrió en Libertad o Las Correcciones. 

"Es en la familia, donde los personajes se van revelando a sí mismos y donde descubren su verdadera esencia", explica Franzen
Concretamente, la de su libro es una familia poco feliz, como la suya propia. El escritor cuenta que sus padres peleaban mucho y su madre era controladora y absorbente. Todo ello ha influido en su personalidad y en su literatura.

FOTO: EFE / ERNESTO ARIAS

Uno fue el primer presidente negro y el otro sigue siendo "el jefe". Este martes ha salido a la venta en EE. UU. el libro que recoge una serie de conversaciones muy personales entre Barack Obama y Bruce Springsteen.

Se conocieron sobre el escenario. Springsteen cantaba y Obama daba un mitin. Su amistad siguió creciendo cuando llegó a la Casa Blanca y tuvieron una idea: compartir sus conversaciones con el público.

Foto: SAUL LOEB / AFP

Más de cuatro años después, comienza en Charlottesville, Virginia (Estados Unidos), el juicio por la manifestación supremacista en la que murió una mujer y hubo, al menos, doce heridos. En aquella marcha, el país quedó impactado por el despliegue de símbolos racistas, incluyendo esvásticas y banderas confederadas, que después se han vuelto cada vez más habituales entre la extrema derecha, por ejemplo en el asalto al capitolio.

La acusación, ejercida por varios vecinos de Charlottesville, argumenta que fue una conspiración, porque estaba planeado. Alegan que no solo llegaron aquí con antorchas y símbolos nazis y esclavistas, también llevaban armas. Solo unas pocas personas se enfrentaron a cargos criminales, de ahí la trascendencia de la causa civil.

Y para acusarlos echan mano de una ley de 1871 creada para proteger a ciudadanos negros del Ku Klux Klan.

Foto: REUTERS, JOSHUA ROBERTS

Varios empleados del rodaje en el que Alec Baldwin mató accidentalmente a la directora de fotografía Halyna Hutchins protestaron, ese mismo día, por supuestas malas condiciones laborales y falta de seguridad. Según fuentes citadas por el diario Los Ángeles Times, media docena de asistentes y operadores de cámara dimitieron en bloque el día del fatal accidente, ya que en las jornadas previas hubo problemas con ese mismo arma, que en su opinión no estaba correctamente supervisada.

KOB TV News/Handout via REUTERS