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El regreso de Recep Tayyip Erdogan a Turquía ha hecho aún más visible la profunda división de la sociedad. La noche ha transcurrido en calma en Ankara, mientras que en un barrio humilde de Estambul las fuerzas del orden dispersaron a un centenar de personas que intentaban levantar una barricada, informó hoy el canal de televisión NTV.

Una bomba con temporizador ha explotado frente a la casa de la directora de una cárcel griega, en Atenas. El estallido ha causado la rotura de ventanas y heridas leves en la cara a una mujer.

El artefacto, que según la Policía podría contener hasta un kilo de dinamita, estaba colocado bajo el coche usado por Maria Stefi, directora de la prisión de alta seguridad de Korydalos, en el barrio de Dafni de la capital griega.

La Policía había acordonado el área después de que un comunicante anónimo advirtiera al sitio web zougla.gr de que una bomba iba a estallar en 20 minutos. El artefacto estalló de madrugada.

"Creemos que es un acto de terrorismo doméstico", ha dicho a Reuters un oficial de Policía que ha hablado bajo la condición de anonimato.

Miembros de la guerrilla urbana conocida como "Células de la Conspiración de Fuego", que ha reivindicado otros ataques con bomba desde 2009, cumplen condena en la prisión de Korydalos.

De momento, nadie ha reivindicado el ataque.

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El presidente ruso Vladimir Putin ha anunciado esta noche, por televisión, que se ha divorciado de su esposa Ludmila, madre de sus dos hijas. Ambos han comparecido juntos, después de asistir al ballet y, muy tranquilos, han comentado que es una decisión compartida. Putin ha explicado que su matrimonio ha llegado a su fin porque "prácticamente" no se veían y que cada uno tiene ya su propia vida.

A esta hora la plaza de Taksim en Estambul está abarrotada. Las ultimas declaraciones del primer ministro, Erdogan, han vuelto a encender los ánimos. El primer ministro ha dicho esta mañana en Túnez que entre los manifestantes hay condenados por terrorismo, y que seguirá con sus planes de construir en un parque de Estambul, el detonante de esas protestas.

El campeón de ajedrez ruso Garry Kasparov, que es además un destacado opositor al presidente Putin, ha anunciado que no volverá a su país porque teme que le persigan por sus actividades políticas. Lo ha anunciado en Suiza, el mismo día en que en Rusia empieza un juicio contra 12 opositores.

Han tardado muchos años pero los miembros del movimiento independista keniano Mau Mau han conseguido este jueves después de más de 50 años de reclamaciones que el gobierno británico les reconozca los sufrimientos y torturas que padecieron entre 1952 y 1960 a mano de las autoridades coloniales del Reino Unido.

Gran Bretaña gobernó la colonia hasta 1963, cuando Kenia consiguió su independencia.

Este medio día ante el Parlamento en Londres y a través del ministro de Exteriores, Willian Hague, los Mau Mau obtenían ese reconocimiento largamente reclamado, al asegurar públicamente el ministro que Reino Unido ¿reconoce que los kenianos fueron objeto de tortura y otras formas de malos tratos a manos de la administración colonial. El gobierno británico lamenta sinceramente que estos abusos dificultaran el proceso de independencia de Kenia¿.

Así las cosas el Gobierno británico indemnizará con 19.900.000 libras a los 5228 supervivientes del movimiento y construirá un monumento en Nairobi para recordar a las víctimas de la tortura y malos tratos en la época colonial.

Los Mau Mau nacieron en el seno de la tribu kikuyu, en el centro del país y fueron declarados peligrosos para el gobierno de la colonia en 1950. Las autoridades, además de expulsar a miles de nativos para quitarles sus tierras y entregárselas a los colonos blancos, cometieron graves torturas contra los nacionalistas.

Muchos de esos independentistas fueron asesinados y otros muchos castrados en los campos de concentración que vigilaban los militares británicos.