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Las nuevas leyes que limitan el derecho de manifestación en Ucrania entran en vigor este martes mientras centenares de manifestantes prosiguen los enfrentamientos que comenzaron en Kiev el domingo pasado contra la policía antidisturbios que custodia los accesos la sede del Gobierno, y que se han cobrado ya cientos de heridos.

Las nuevas leyes que limitan el derecho de manifestación en Ucrania entran en vigor este martes mientras centenares de manifestantes prosiguen los enfrentamientos que comenzaron en Kiev el domingo pasado contra la policía antidisturbios que custodia los accesos la sede del Gobierno, y que se han cobrado ya cientos de heridos.

Según informa desde Kiev el enviado especial de TVE, Carlos Franganillo, los opositores han resistido durante la madrugada del martes los esfuerzos de la Policía por desalojarles. "Durante los enfrentamientos, presenciamos una incursión de jóvenes pro-Gobierno contra los manifestantes. La Policía les abrió paso", dice Franganillo.

Las nuevas leyes que limitan el derecho de manifestación en Ucrania entran en vigor este martes mientras centenares de manifestantes prosiguen los enfrentamientos que comenzaron en Kiev el domingo pasado contra la policía antidisturbios que custodia los accesos la sede del Gobierno, y que se han cobrado ya cientos de heridos.

Los manifestantes, parapetados tras los autobuses incendiados el primer día de los disturbios, lanzaron esporádicamente durante la noche del martes adoquines, cócteles molotov y otros objetos contra los policías, que responden con gases lacrimógenos, según las imágenes de televisión emitidas en directo desde el lugar de los enfrentamientos.

El lunes, en un llamamiento a la población, el presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, advirtió de que las manifestaciones opositoras en Kiev se han transformado en disturbios masivos que amenazan con desestabilizar todo el país.

Segundo día de enfrentamientos con la policía. Esta vez, a raiz de la aprobación de nuevas leyes contra el derecho de manifestación y que pretende desactivar las protestas. Una catapulta es lo último que han utilizado los manifestantes proeuropeos, opuestos al presidente Yanukóvich, contra los antidisturbios en Kiev. Es una de las señales más visibles de la radicalización de las protestas en Ucrania. Los más violentos llevan 24 horas atrincherados en esta plaza de la capital cercana al Parlamento y a la sede del Gobierno.

La batalla callejera entre los manifestantes y la policía ucraniana continúa este lunes por segundo día consecutivo en Kiev, sin que las autoridades consigan restablecer el orden público y los llamamientos al diálogo no hayan surtido efecto. El presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, ha advertido de que las manifestaciones se han transformado en disturbios masivos que amenazan con desestabilizar todo el país.

En Portada ha viajado a Prato, la capital de la 'pronto moda' italiana, referente tradicional de la industria textil europea, cuyo tejido industrial ha sido barrido por la competencia de telas, telares y trabadores chinos que, en condiciones de semiesclavitud, son capaces de producir en Prato un millón de prendas al día.

Grupos de manifestantes han comenzado a lanzar ladrillos a la Policía en Kiev, en lo que se anuncia como una nueva jornada de enfrentamientos en la capital de Ucrania.

Según informa Carlos Franganillo, enviado especial de TVE, entre los manifestantes hay "grupos muy radicales, bien equipados y parapetados", que incluso han lanzado un cóctel molotov contra los agentes. Estos han respondido con el lanzamiento de gases lacrimógenos y pelotas de goma.

Los manifestantes piden la dimisión del presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvich, y protestan contra las nuevas leyes aprobadas por la Rada (parlamento) la semana pasada, que limitan el derecho de manifestación.

El domingo, los enfrentamientos causaron unos 200 heridos, entre policías y manifestantes opositores, y más de 20 personas fueron detenidas.

Como consecuencia de esta escalada de violencia, Yanukovich se ha comprometido a crear una comisión para encontrar una solución a la crisis política, que se inició con el rechazo del gobierno ucraniano a firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea (UE).