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Las imágenes grabadas por un dron de la ciudad de Borodyanka, a unos 50 kilómetros de Kiev, dan una idea de las dimensiones de la ofensiva de Rusia en la Guerra en Ucrania. Edificios de viviendas partidos en dos, calles llenas de escombros y cascotes o tanques abandonados en plena carretera son la apocalíptica estampa que han dejado los bombardeos rusos.

No se ha difundido información de posibles bajas o heridos, aunque el Ejército ucraniano dice haber repelido el ataque y mantener el control de la ciudad. Borodyanka es una ciudad dormitorio, de clase media, y un enclave en el avance de las tropas rusas en su camino a Kiev.

Miles de refugiados siguen huyendo de Ucrania. Desde ayer, otras 200.000 personas han salido del país y ya son 1,2 millones los que han dejado su casa. La mayoría cruza a Polonia, donde hay cerca de 650.000 refugiados, pero también a Hungría, Moldavia, Eslovaquia y Rumanía, y 110.000 personas han viajado a otros países europeos. La ONU habla de la mayor crisis de refugiados del siglo y cree que podríamos llegar a los 4 millones de desplazados. Estamos en directo en Polonia, cerca de la frontera, y en Leópolis, en el oeste de Ucrania, donde se dirigen la mayoría de los que quieren abandonar el país. Foto: EFE/Manuel Lorenzo

El primer día Rusia dijo que los ataques serían de alta precisión y contra enclaves militares. Hoy mismo ha distribuido estas imágenes que hablan de una operación quirúrgica. Pero si miramos ciudad por ciudad, la imagen es apocalíptica, repleta de casas y edficios residenciales bombardeados. Esto es Borodyanka, al oeste de Kiev. Con más de un millón de personas fuera del país, las cámaras de seguridad graban lo que podrían haber sufrido si se hubieran quedado.

Las imágenes de las colas a las puertas de los bancos y cajeros automáticos rusos para obtener dinero en efectivo están dando la vuelta al mundo. Han desatado el temor a que se produzca un ‘corralito’, como ya sucedió en Argentina en 2001 o en Grecia en 2015. La economía rusa vive una situación complicada y las sanciones internacionales la empujan al borde del abismo financiero. Una de las primeras consecuencias ha sido el histórico desplome del rublo, que ha llegado a caer un 30%. Ante este contexto, los ciudadanos rusos temen perder sus ahorros y se han apresurado a los cajeros automáticos para retirar su dinero.

Aunque las autoridades lanzan mensajes tranquilizadores y prometen que los ahorros de los ciudadanos están garantizados, las sanciones internacionales y la caída de la moneda -el rublo- han agravado esta amenaza, que tiene como objetivo limitar la circulación de dinero entre particulares para evitar una fuga masiva de capitales. Pero, ¿hasta qué punto es factible que llegue a materializarse?

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Katia ha perdido su trabajo en Rusia por firmar una carta contra la guerra. Nada más ver su nombre en la lista, nos cuenta, sus jefes la llamaron, con solo dos opciones: retractarse o despido inmediato. "Estaba absolutamente convencida de que tenía que firmar. No solo por la terrible situación en Ucrania, también por cómo
afecta a la industria rusa y nuestras vidas" explica Katia. Ahora mismo, asegura, pueden encarcelarte por cualquier cosa. "Vivimos en un puro estado de terror y ansiedad, muchos de mis amigos se están marchando al extranjero, relata", añade.

Entrevista a Giulio Boccaletti, autor de 'Agua. Una biografía'

El control del Dniéper, clave en la invasión rusa

Giulio Boccaletti, autor de Agua. Una biografía, uno de los mayores expertos del planta en gestión de recursos, climatólogo, físico — ha trabajado, entre otros, para la NASA— nos habla de la importancia de la gestión de los recursos en el planeta ante el cambio climático y explica en una entrevista en Cinco Continentes de Radio 5 algunas de las claves no declaradas de la invasión de Rusia a Ucrania.

En Kiev, muchos civiles se preparan para defender la ciudad de los ataques rusos junto con el ejército ucraniano. La mayoría son exabogados, gerentes o conductores sin experiencia militar que han vuelto a Ucrania para luchar después de haber mandado a sus familias a Europa. Son la resistencia ucraniana. Mientras esperan la guerra, se preparan, cavan trincheras y construyen barricadas en varios puntos de la capital. “¿Cuánto tiempo llevamos bajo el yugo de Moscú? Casi cuatrocientos años. Tenemos que deshacernos de estos alborotadores de una vez por todas. Esa es nuestra motivación”, dice un voluntario ucraniano dispuesto a luchar en la guerra. Son conscientes de que será complicado, pero se muestran positivos y confían en la victoria de Ucrania. Aseguran que no se van a rendir. "Tenemos una nación que siempre se levanta en momentos difíciles", añade. El Ejército ucraniano dice haber detenido el avance enemigo hacia la capital, aunque más fuerzas rusas están confluyendo sobre la ciudad desde el norte de Bielorrusia y el este de Rusia. Se lleva días esperando un convoy militar ruso de más de 60 kilómetros de extensión. Por ahora, los ataques se han intensificado en el este del país. La segunda ciudad más poblada, Járkov, se ha llevado la peor parte con el lanzamiento de cohetes sobre barrios residenciales y enfrentamientos en las calles con cientos de heridos y más de una decena de muertos. Kiev y sus civiles, mientras tanto, esperan con tensa calma el asalto de las tropas rusas.

La empresa Maxar Technologies, que ha venido ofreciendo imágenes satelitales de las posiciones de las tropas rusas de la Guerra en Ucrania, ha elaborado un vídeo en el que puede verse las dimensiones del convoy ruso que se dirige a Kiev.

El convoy parece detenido desde hace días. EE.UU. lo atribuye a la resistencia del Ejército ucraniano y Reino Unido a problemas logísticos, aunque también hay temor de que Rusia haya podido frenarlo con alguna estrategia ofensiva para concentrar sus fuerzas. Según las últimas informaciones del departamento de Defensa de EE.UU. el convoy podría estar a unos 30 kilómetros del centro de la capital.

Otro de los impactos económicos de la guerra en Ucrania es la marcha de empresas de Rusia. El goteo de multinacionales que dejan ese país es constante. Entre las españolas, la que más extendida en el mercado ruso es Inditex, que no se ha pronunciado sobre su futuro allí. Mango es la primera gran empresa española que anuncia su marcha de Rusia. Cierra temporalmente sus tiendas. El futuro de sus 800 empleados no está claro aunque, de momento, la empresa promete darles apoyo económico. También sale del país H&M. Irse tiene un coste, pero los expertos advierten de que la mala prensa que conlleva quedarse puede hacer más daño.


 

Muchos españoles se están volcando con los ucranianos y donan dinero o productos de primera necesidad. Las ONG están canalizando buena parte de esa ayuda. Esta mañana han salido de Leganés, en Madrid, los primeros camiones de Cruz Roja. Dos ya están en ruta y en las próximas horas saldrán otros diez.

[Guerra en Ucrania: última hora en directo]

FOTO: Imagen de una nave industrial cedida por el ayuntamiento de Santander para almacenar ayuda humanitaria para enviar a Ucrania. EFE / Pablo Ayerbe.

El ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania no ha dañado los sistemas de seguridad de los reactores ni ha causado fugas radioactivas, según el organismo internacional de seguridad nuclear. Pero la situación es "frágil y extremadamente inestable", por lo que ha convocado a Rusia y Ucrania a una reunión en Chernóbyl.

El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) lamenta que la "integridad física" de la planta se haya visto "comprometida" con lo ocurrido.

Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo

Foto: Getty

Rusia ha dado un paso más en la invasión de Ucrania. Sus tropas han atacado la central nuclear de Zaporiya, la mayor de Europa, y se han hecho con el control de las instalaciones. Con la caída de las bombas, han saltado todas las alarmas hasta que se ha comprobado que el incendio no había afectado a los reactores.

El presidente de Ucrania acusa a Vladímir Putin de terrorismo nuclear y pide más sanciones contra Rusia. El Kremlim asegura que el origen del ataque ha sido una provocación de un grupo de sabotaje ucraniano.

Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo.

FOTO: AFP

Samuel Pepys, funcionario de la marina británica y cronista, escribió entre 1660 y 1669 un diario de más de un millón de palabras. Es conocido por su gusto por la gastronomía. Y de ello ha hablado Jordi Corominas en esta sección del 24 horas.

En Leópolis, a unos 70 kilómetros de la frontera ucraniana con Polonia, todavía no han llegado los combates, pero sí se escuchan de vez en cuando las sirenas antiaéreas. Muchas personas ya están comprando armas para lo que pueda venir. Nuestros enviados especiales han estado en un punto de venta de armamentoStvol: una tienda cuyo nombre significa tronco. En slang, pistola. Este establecimiento privado funciona ahora por autorización estatal. 

Es el primer día que Leópolis amanecemos bajo cero, pero poco parece importales a las decenas de personas que esperan para comprar un arma. En una cola dominada por hombres, también hay varias mujeres: aquí todos ponen de su parte en la lucha contra Rusia. "Estamos dispuestos a morir si hace falta", nos dice una mujer. Todos tienen formación, saben disparar. Pero hay que ser mayor de 21 años para poder comprar un arma de entre 700 y 800 dólares según el tipo. Todo solo tras conseguir el permiso, que tarda tres o cuatro días, un período acelerado por la actual situación de guerra que vive el país.

Enviados especiales de RNE a Leópolis (Ucrania), Mónica Cartes y David Velasco.

Este medio día han despegado desde España los dos aviones cuyo interior portaban un total de 1.500 cartuchos, lanzagranadas y ametralladoras ligeras que serán recibidos directamente en Ucrania. Kiev, además, cuenta con el apoyo armamentístico de otros 26 países que les han proporcionado armamento semipesado o ligero. Estados Unidos, a la cabeza, ha enviado más de 1.300 toneladas de material bélico, entre los que se incluyen más de 15.000 lanzagranadas contra carro y un lote de misiles tierra-aire Stingers, usados para derribar tropas aéreas desde el suelo. Destaca tambien la aportación de Reino Unido de 2.000 lanzadores perforantes, 5.000 por parte de Suecia y 1.000 por parte de Alemania, quienes han acabado con su doctrina, al igual que Finlandia, de no enviar armas letales a zonas de conflicto.

Informa Emilio Andreu

En el noveno día de ofensiva, los ataques de las fuerzas rusas han provocado un incendio en el centro de formación de la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia, Ucrania. Los bombardeos a la planta más grande de Europa, y la tercera del mundo, han disparado las alarmas sobre una posible catástrofe al declararse una amenaza para la primera unidad. El fuego, que ha llegado a abarcar una superficie de 2.000 metros cuadrados, ha sido apagado a la 06:20 horas (04:20 GMT). El inmueble siniestrado se encuentra fuera de la central y los niveles de radiación no se han visto alterados. El director general de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha pedido este viernes que se detenga el uso de la fuerza y ha alertado sobre la "grave situación en la planta de energía nuclear de Zaporiyia", pues golpear los reactores nucleares podría ser sumamente peligroso. Informa Valle Alonso

El ataque ruso a la central nuclear de Zaporiyia podría haber sido una gran catástrofe. La Organización Internacional de la Energía Atómica, dependiente de la ONU, ha confirmado que no ha habido escape radiactivo y que los sistemas de los seis reactores nucleares de la planta funcionan correctamente. Pero reconoce la gravedad de lo ocurrido porque se ha visto comprometida la seguridad nuclear. Pide un acuerdo para garantizar la seguridad de las centrales y para ello propone un encuentro con ucranianos y rusos en la central de Chernóbil para establecer reglas básicas para las dos partes.

El director de la agencia internacional, Rafael Grossi, ha dicho que es necesario dar una respuesta ante lo que ha calificado de "hecho sin precedentes", que pudo haber sido dramático. "No podemos esperar, tenemos que actuar", ha asegurado. Ahora mismo, explica, son los operarios ucranianos los que manejan una instalación controlada por el Ejército ruso.