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Entrevistamos al Teniente General en la reserva Francisco Gan Pampols con el que hacemos un repaso del punto en el que se encuentra actualmente la guerra en Ucrania y de los posibles finales del conflicto, en tiempo y en forma. Desde su punto de vista a Rusia no le están saliendo las cosas según sus planes y se está viendo obligada a modificar su estrategia y sus objetivos (ahora menos ambiciosos). Pronostica un posible alto el fuego para finales de abril. 

Las carreteras para llegar a Borodyanka, en las afueras de Kiev, están destruídas. Igual que las aldeas. Una tras otra. Y, en los bosques, aún se ven las decenas de trincheras, ahora vacías, que los rusos ocuparon durante semanas.

Llegaron a la ciudad el pasado 28 de febrero y comenzaron, entonces, los días de horror. "Mi vecino tenía una cadena de oro en el cuello y los rusos le dijeron que seguro que no ganaba tanto dinero para llevar joyas, le mataron y su hermano le tuvo que enterrar en un patio", cuenta Nadia a TVE.

Ucrania denuncia que en Moschun, una pequeña localidad a 23 kilómetros de Kiev, al igual que en Bucha, el ejército ruso ha asesinado a civiles. La imagen es de absoluta devastación, tras los duros combates durante la ocupación rusa. A medida que el ejército ruso se retira de estas zonas de la región de Kiev, se va conociendo la destrucción que ha dejado durante estas semanas, especialmente, en las zonas residenciales y ciudades del extrarradio de la capital.  El temor es que lo que se ha descubierto en Bucha sea sólo la punta del iceberg.

Rusia ha insistido desde el comienzo de la invasión que no atacaba objetivos civiles, pero la realidad ha sido bien diferente. Con pueblos y barrios bombardeados en gran parte del país sin ser objetivos militares, las denuncias se multiplican con testimonios de vecinos, tal y como ha recogido otro de los equipos de Televisión Española en la zona de guerra.

Foto:EFE

Estas imágenes, filmadas con drones el pasado martes 5 de abril, muestran cómo los residentes de la ciudad portuaria de Mariúpol esperan en largas colas frente a un antiguo centro comercial para recibir ayuda humanitaria de Rusia, que culpa a los "nacionalistas ucranianos" de la "catástrofe humanitaria" de la localidad.

La ciudad, de 400.000 habitantes y situada a orillas del mar de Azov, ha sido arrasada casi por completo por los prolongados bombardeos rusos que han estado asediando la zona desde prácticamente el inicio de la invasión, para acabar con la resistencia ucraniana. Cientos de miles de personas se han estado escondiendo en sótanos sin agua corriente, alimentos, medicinas o electricidad.

Hoy, la gente solo puede salir de esta ciudad ucraniana a pie o en coche, ya que los esfuerzos para organizar evacuaciones masivas en autobús hacia zonas más seguras del país han fracasado. Así lo explicó la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk.

El último balance de Naciones Unidas habla de cerca de 1.500 civiles muertos durante la invasión de Ucrania, aunque las imágenes de los alrededores de Kiev de esta última semana hacen pensar que podrían ser más. Hostomel es otra de estas localizaciones al noroeste de la capital que durante un mes ha sufrido el castigo de las tropas rusas. Más de 400 personas se encuentran todavía desaparecidas y las autoridades están tratando de averiguar cuántas huyeron sin comunicarlo y cuántas pueden haber fallecido. Ahora, en manos de las tropas ucranianas, las familias que permanecieron comienzan a reunirse con quienes pudieron escapar durante el asedio de la ciudad. 

Se trata de un punto estratégico, debido al aeródromo construido durante la época soviética del que podría haber hecho uso el ejército del Kremlin en caso de haber mantenido la posición durante más tiempo. 

Enviado especial Fran Sevilla.

Muchos en Rusia, sobre todo las personas mayores y quienes viven en el campo, confían en la versión del Kremlin sobre la guerra de Ucrania que les transmite la televisión. Por ejemplo, les aseguran que la masacre de Bucha es un montaje occidental para desprestigiar a las fuerzas rusas. 

Las generaciones más jóvenes y urbanas, en cambio, se informan por internet y buscan fuentes alternativas. 

Foto: Genya SAVILOV / AFP

El noroeste de Kiev fue la primera zona ocupada por el ejército ruso y allí la destrucción ha sido masiva. Tras conocer la situación en Bucha y Borodyanka, nuestro enviado especial, Fran Sevilla, ha llegado a la localidad de Andriivka donde, después de varias semanas, el bando ucraniano ha tomado el control. Los cadáveres y los restos de la catástrofe continúan esparcidos por la zona.

"La sensación es de absoluta desolación. Sobrecogedora", describe Sevilla.

Andriy Sadovyi, alcalde de Leópolis, recibe a RNE en uno de los salones del Ayuntamiento. Define la ciudad que dirige como el centro de refugiados más grande del mundo. Dice que se han convertido en dos ciudades, al llegar 200.000 compatriotas de otras zonas atacadas por Rusia. Califica de nazi al país de Putin y es contundente al mirar al futuro: “La paz solo es posible después de la victoria, porque Rusia es un país nazi. Están matando a las personas civiles, a la población de un modo violento. Están violando a las mujeres y matando a los niños”. La solución, añade Sadovyi, pasa por “vencer a ese país y aislarlo para los próximos 50 años: no mantener contactos ni económicos ni nada, solo así podemos combatir este régimen”. Se muestra convencido de que Ucrania ganará, de que “la democracia va a vencer”. Invita a los alcaldes y políticos españoles a que los visiten y pide ayuda para comprar “medicamentos y comida”. Sobre el día a día de su ciudad, cuenta que los ciudadanos ya se han acostumbrado: “Hemos aprendido a bajar cuando suenen las sirenas, al mismo tiempo tenemos que seguir con la producción, porque vamos todos con el mismo objetivo: ayudar al Ejercito Ucrania”.

Rusia ha anunciado una ofensiva final para la conquista de Mariúpol, después de que venciera el plazo dado por el Ejército ruso para que las fuerzas ucranianas depusieran las armas y abandonaran la ciudad en dirección al territorio controlado por Kiev, informa Víctor García Guerrero, enviado especial de TVE a Ucrania. 

En la ciudad aún hay 160.000 civiles que no han podido abandonarla, y que viven sin luz, agua, medicinas ni calefacción. Según el Ayuntamiento, en el sitio de la ciudad, condenado por su brutalidad por la comunidad internacional, pueden haber muerto unas 5.000 personas.

Mientras, la reconquista por las fuerzas ucranianas de localidades en torno a Kiev está sacando a la luz masacres como la de Bucha y la destrucción de Borodyanka y Hostomel. 

Foto: REUTERS/Alexander Ermochenko