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Estamos viendo un Londres volcado con la despedida de la reina Isabel II y la emoción de decenas de miles de ciudadanos. Es el sentimiento mayoritario, pero no todos lo comparten. En la capital viven cerca de nueve millones de personas y tiene 1.500 kilómetros cuadrados. Basta salir del centro para encontrarse con un abanico de opiniones. En los barrios obreros el tema del dinero público en toda esta operación 'Puente de Londres' es polémico. Otros opinan que hay que aprovechar el momento histórico, no solo para vivirlo, sino para pensar en el futuro del país. En lo que casi todos están de acuerdo es en que, llegados a este punto, tienen ganas de que todo esto pase y poder volver a la normalidad. Informa Guadalupe Megías, enviada especial a Londres.

Foto: AP Photo/Andreea Alexandru

Una ciudad multicultural suele decirse de Londres. Exactamente así es la cola para entrar el Hall del Palacio de Westminster, donde está instalada la capilla ardiente de Isabel II. Más allá del objetivo, despedir a la reina y agradecerle una vida de entrega, la cola es una experiencia en sí misma para conocer gente, intercambiar puntos de vista y pasar unas horas en comunidad. Informa Silvia Guerra, enviada especial a Londres.

Foto: EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Junto a una de las tumbas encontramos desconsolada a una mujer que ha perdido a su esposo y a su hijo en tan solo unas semanas. "Yaroslav e Igor", dice sus nombres y apenas puede añadir más.

Unos metros más allá, Alina, una mujer soldado, despide también a su marido. Sergei, muerto en la reciente liberación de Izium, en el este del país.

"Cuando me llamó el comandante, entendí de qué se trataba. Quise verlo, tocarlo, Su cuerpo aún estaba caliente." Y añade que no piensa abandonar el ejército.

Encuentro entre Vladimir Putin y Xi Jinping en Uzbekistán. Ursula Von der Leyen visita Kiev. Se desvelan vídeos sobre el atentado de Niza de julio de 2016. Entrevista con MSF en torno a la lucha contra la tuberculosis y el SIDA en Sudáfrica. Repasamos los resultados electorales en Suecia y las opciones para formar gobierno, y nos fijamos en cómo Hungría empieza a ser considerado un país no plenamente democrático por sus socios de la Unión Europea.

Laprimera ministra de Suecia, Magdalena Andersson, ha presentado su dimisión tras la derrota del bloque de centroizquierda en las elecciones legislativas del pasado domingo. Una vez escrutados todos los votos, la oposición conservadora ha ganado los comicios por tres escaños. Los ultraderechistas Demócratas de Suecia (DS) ha sido la segunda formación más votada. Víctor Lapuente, catedrático de Ciencia Política en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), explica que durante la campaña todos los partidos de derecha han asumido el discurso antiinmigración de DS. "El paraíso sueco no se ha acabado, pero está polarizado. Antes había acuerdos entre las izquierdas y las derechas, pero llevamos unos años en los que nos encontramos exactamente igual que en España, con dos bloques solidificados", añade. Con todo, cree que Magdalena Andersson "lo ha hecho muy bien", ya que ha obtenido un resultado muy bueno para lo habitual en la sociademocracia europea actuamentel. Advirte del cambio de rumbo que está experimentando el país, con cada vez más restricciones para la inmigración y una tendencia a cerrarse económicamente. Un fenómeno que extiende a todas las democracias occidentales. En este sentido, cree que la hermandad generada por guerra en Ucrania puede ser favorable a largo plazo para revertir esta situación.

El Congreso de los Diputados ha avalado la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN. En el informativo 24 horas, el embajador de Suecia en España, Teppo Tauriainen, ha aclarado que la adhesión a la Alianza Atlántica no supone un cambio de dirección: "No podemos decir que hemos sido neutrales en los últimos 20 años. En la práctica no hemos usado la palabra neutralidad para describir nuestra política de seguridad". Con todo, reconoce que la guerra en Ucrania ha sido determinante: "No estoy seguro de si hubiéramos hecho esta solicitud si no hubiese ocurrido la guerra". Tauriainen explica que "el debate fue muy breve", ya que había una mayoría parlamentaria muy grande a favor: "No pensábamos que Rusia fuera a invadir a Suecia, pero lo que ha hecho en Ucrania viola el orden europeo de seguridad y eso cambió un poco la realidad para nosotros".