La distancia más corta entre Alemania y Ucrania, un país en guerra, son menos de 700 km. Mil más si hacemos la cuenta hasta territorio ruso. Así de cerca ve el gobierno alemán la amenaza de Putin. Estar preparados es hoy una prioridad.
Suspendieron el servicio militar obligatorio en 2011 y ahora están estudiando reactivarlo, según ha reconocido el ministro de Defensa, que se ha fijado en Suecia. Allí pretenden formar a unas 2.000 personas para que ayuden en labores de emergencia en caso de alerta o guerra. Los alemanes empiezan a pensar que la mili está de vuelta.
Alemania ya invierte el 2% de su PIB en defensa y quiere aumentarlo. Es también uno de los grandes impulsores de la industria militar en la UE. Aquí la guerra en Ucrania les pilló con el pie cambiado con la dependencia energética y no quieren repetir errores.
Alemania calcula que necesita 30.000 soldados en esta década: ahora tienen 181.000.
El canciller ha rechazado varias veces el regreso de la mili, tal y como se conocía. El ministro le planteará un modelo en 2025.
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