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Tras la lectura de los Evangelios, Benedicto XVI ha mencionado en su homilía la "razonable" rapidez con la que se ha producido el proceso y la personalidad "fuerte, generosa, apostólica" de su antecesor. "¡Juan Pablo II ya es beato!", ha clamado, provocando nuevamente el aplauso de la multitud. El papa ha recordado la relación de Juan Pablo II con la Virgen, su contribución a la polémica entre marxismo y cristianismo y su relación personal cuando Ratzinger dirigía la Congregación para la Doctrina de la Fe. "Durante 33 años puede estar cerca de él y venerar su persona", ha dicho, subrayando su fortaleza a pesar de la enfermedad en los últimos años de vida. "Realizó la vocación de todo sacerdote, ser uno con Jesús", ha añadido, para terminar con una invocación: "Santo Padre, que nos bendijo tantas veces en esta padre, como si estuviera vivo, nos bendiga".

A la isla italiana de Lampedusa siguen llegando centenares de inmigrantes procedentes del norte de África. Éste es el momento en el que la guardia costera interceptaba, esta madrugada, un barco con más de 600 inmigrantes procedentes de Libia. Pero no es la única. En las últimas 24 horas han llegado a la isla italiana 2.000 nuevos inmigrantes, entre los que hay mujeres y niños. Esta nueva oleada ha vuelto a colapsar el centro de acogida de esta pequeña isla.

Juan Pablo II, el "Papa que llegó del Este" ha sido elevado a los altares y declarado beato, el paso previo a ser proclamado santo. El proceso se ha realizado en un tiempo record: seis años después de su muerte. Un precedente que él mismo sentó con la madre Teresa de Calcuta, a quién beatificó a los 5 años de su fallecimiento. A Juan Pablo II se le atribuye el milagro de la curación de una monja enferma de Parkinson. Informe Semanal ha viajado a Cracovia y ha recorrido los escenarios de la infancia y la juventud de Karol Wojtyla. Ha hablado con algunos de sus amigos personales y ha entrevistado al Cardenal que fue su secretario personal durante 40 años.

En Roma se viven las horas previas a la Beatificación mañana de Juan Pablo II. A ella asistirán los Príncipes de Asturias, que esta noche duermen ya en Roma. En representación del Gobierno, acude Ramón Jauregui, Ministro de la Presidencia... y en la del Partido Popular, su Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal.

  • La Iglesia Católica culmina el anormal proceso de beatificación del Pontífice
  • Tras su muerte se han repetido las excepciones para acelerar su ascenso
  • Su relación con el fundador de los Legionarios de Cristo retrasó el proceso
  • La curación milagrosa de una monja francesa enferma de Parkinson, clave
  • Los servicios de limpieza ya han borrado las señales de la fiesta
  • Los turistas han vuelto a tomar las calles como cualquier fin de semana
  • Los 8.000 periodistas acreditados ya han comenzado a recoger sus equipos

El siglo XX arrancó con una Europa de sólo tres republicas. El XXI con una Europa de apenas 10 monarquías. Con el tiempo y la Historia han perdido algo más que presencia. Sus funciones, con matices, casi las mismas: representación institucional, otras como poner su firma en leyes, acreditar cargos, nombrarlos, u ostentarlos como la jefatura de las fuerzas armadas. Mantienen contactos con los dirigentes políticos. Algunos frecuentes, es el caso dicen de la reina de Holanda. Otros tienen más presencia por sus otras vida, como la artística, de Margarita de Dinamarca. O figura casi sólo testimonial, como la monarquia sueca. En común: no tienen una oposición mayoritaria y fuerte en sus paises que hoy presagie que una imagen así es historia.

Apenas tocadas las once de la mañana Kate Middleton ha bajado del Rolls Royce real, ya restaurado, y ha mostrado al mundo el secreto mejor guardado de esta boda, su vestido de novia. Del brazo de su padre, que no es aristócrata, sino un exitoso hombre de negocios, Kate ha entrado en la abadía de Westminster.

La iglesia de las coronaciones desde la invasión de los Normandos. La iglesia donde se casó la reina. Y la iglesia donde el Príncipe Guillermo con 15 años asistió al funeral de su madre, Diana de Gales.

Algunos estuvieron entonces y han vuelto este viernes. En total han asistido 1.900 invitados. Unos, por protocolo: el Gobierno, los representantes de la Commonwealth, el cuerpo diplomático, otras realezas. Y otros porque son familia, amigos o tienen algún vínculo, civil o militar, con los novios.

El momento del sí quiero ha llegado en un cuarto de hora. El príncipe Guillermo y Kate Middleton han intercambiado los votos. Y en el caso de ella se ha suprimido lo de obedecer al marido. Más acorde con los tiempos, como lo ha sido su noviazgo, que ha durado más de ocho años y ha incluido convivencia. Una relación que consideran más sólida tanto para su matrimonio como para la monaquía, cuya útima crisis la desenadenó la muerte de Diana.

Si se cumple el guión, la pareja volverá a la abadía para la coronación del Príncipe Carlos y, después, para la coronación del propio Guillermo. Sin adelantar acontecimientos, el balance es de una celebración sin percances, ni lluvia. Y la mayoría de británicos vuelven a decir orgullosos que nadie como ellos para organizar estas pompas.