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Brett Kavanaugh ha sido investido juez del Tribunal Supremo estadounidense este lunes en la Casa Blanca ante la mirada del presidente Donald Trump, que ha defendido que "se ha demostrado" su inocencia por los abusos sexuales de los que le acusaron al menos tres mujeres, a pesar de que ni el FBI ni el Senado han concluido sus investigaciones.

"En nombre de todo el país, quiero disculparme con Brett y con toda la familia Kavanaugh por el dolor y sufrimiento que han tenido que pasar", ha asegurado Trump, que ha descrito las acusaciones -sin mencionar a la denunciante Christine Blasey Ford- como una campaña "de destrucción personal y política basada en mentiras". "Lo que le pasó a la familia Kavanaugh viola cualquier noción de justicia, decencia y debido proceso", ha añadido.

El nombramiento del juez conservador para el cargo vitalicio desató la movilización de miles de mujeres. De hecho, la votación en el Senado se demoró una semana tras la apertura de una investigación del FBI para esclarecer las acusaciones, que no llegó a pronunciarse sobre su inocencia o su culpabilidad.

La activista iraquí Nadia Murad, secuestrada y víctima de abusos sexuales por la barbarie del Estado Islámico explicaba en 2016 su experiencia a En Portada. Este viernes ha sido galardonada con el premio Nobel de la Paz 2018. Su misión humanitaria arrancó en 2015 con su intervención en el Consejo de Seguridad de la ONU, en la que pidió al mundo que pusiera fin al terrorismo yihadista. Desde entonces, se reúne con políticos de todo el mundo y ayuda a víctimas como ella.

Hace un año el New York Times destapó los abusos sexuales del productor Harvey Wenstein. Las redes sociales convirtieron en viral el hastag #MeToo que usaron todas las mujeres que alguna vez se habían sentido acosadas, muchas actrices se atrevieron a denunciar y Wenstein fue expulsado de la Academia de cine. La ola de conciencia feminista se expandió por todo el mundo pero la justicia va con retraso. Son pocas las mujeres que llegan a juicio y en muchas ocasiones los casos han prescrito, con todo la presión ha conseguido que disminuyan los abusos y que acabe la impunidad de los hombres poderosos. Las mujeres han vuelto a las calles para protestar por la candidatura de Kavanaugh al Tribunal Supremo de EE.UU., un juez acusado de abusos sexuales.

Hace justo un año el periodico "The New York Times" sacaba a la luz un amplio informe sobre los abusos sexuales cometidos durante años por el productor de Hollywood Harvey Weinsten, uno de los hombres más poderosos de Estados Unidos. Ese caso activó el Movimiento #MeToo, surgido una década atrás en Estados Unidos. Primero Twitter y luego los juzgados se llenaron de denuncias de mujeres en todo el mundo.

La actriz italiana Asia Argento, una de las principales activistas del movimiento Me Too contra los abusos sexuales,  habría llegado a un acuerdo económico para silenciar una agresión sexual al joven actor Jimmy Bennetsegún desvela el diario The New York Times. Los hechos habrían ocurrido cuando él tenía 17 años, y la actriz, una de las primeras denunciantes del productor Harvey Weinstein, habría llegado a pagar hata 380.000 dólares por ocultar el caso.