Casi la mitad de las personas que cuidan a mayores y dependientes son familiares y tienen rostro de mujer -el 88,5 %-, pero también de fatiga o estrés en muchos casos, ya que los cuidados se prolongan durante años.
Siete de cada diez llevan más de tres años realizando estas tareas invisibles dentro de los hogares, un periodo en el que se aparcan muchas de las actividades de ocio, las relaciones sociales y las familiares; pero no el trabajo, el 63 % mantiene una vida laboral activa.
La ONU declaró el 5 de noviembre el Día Internacional de las Personas Cuidadoras para concienciar y llamar la atención sobre la labor, muchas veces silenciosa, que día a día realizan millones de personas que cuidan de otras por su situación de dependencia.
El cansancio, la fatiga, los dolores de espalda o articulares, la frustración, la impotencia, la depresión, la soledad, la culpa, la ansiedad y el estrés o el insomnio son sólo algunos de los principales problemas de salud que Cruz Roja detecta entre personas cuidadoras, a través de los programas de atención y respiro destinados a ellas.