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Confusión y pillaje en la capital de Mali. Dos días después del golpe militar, la población sufre más que incertidumbre. Empieza a escasear el pan. Y el precio de la gasolina se ha duplicado.

Los militares sublevados en Mali han tomado el palacio presidencial y dicen que controlan todo el país, mientras el presidente sigue en paradero desconocido. La colonia de españoles que viven en Mali se encuentra bien, según el ministerio español de exteriores, que estudia una posible evacuación.

La situación sigue siendo confusa en Mali, después del golpe militar en protesta por la falta de medios para combatir la revuelta tuareg del norte del país. Se ha decretado el toque de queda y están cerrados el aeropuerto de la capital y las fronteras. El ministro de Exteriores ha dicho que la sublevación no debería afectar a las gestiones para la liberación de los dos cooperantes españoles secuestrados.

Los militares malienses amotinados desde este miércoles en la sede de la radio y la televisión estatales en la capital, Bamako, han anunciado este jueves en un mensaje televisado la disolución de todas las instituciones del estado y la suspensión de la Constitución.

Así lo ha anunciado el denominado portavoz del Comité Nacional por la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado (CNRDRE), Amadou Konaré. En su alocución, Konaré ha denunciado la incapacidad del Gobierno para "gestionar la crisis del norte de nuestro país", donde el grupo independentista tuareg Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) se levantó en armas en enero.

Mijaíl Gorbachov es depuesto como presidente de la URSS, cargo que pasa a ocupar el vicepresidente Yanavez. El comité formado por los golpistas decreta el estado de emergencia por seis meses. El sector conservador del Gobierno y algunos mandos del Ejército justifican el golpe por el fracaso de la perestroika.

Tras el fallido golpe de Estado de agosto de 1991, Mijaíl Gorbachov se encuentra aislado en un país que está a punto de desaparecer. Rehén de su proceso de transformación, de su perestroika, el presidente soviético es traicionado por sus hombres de confianza que, descontentos con el rumbo que están tomando las reformas, se sublevan aprovechando que Gorbachov se encuentra de vacaciones en Crimea. El ocaso de Gorbachov transcurre paralelo al resurgir de Boris Yeltsin y su figura será castigada por aquellos que entendieron que su política dinamitó la Unión Soviética. 

Un día después de la sublevación muchos miembros de las Fuerzas Armadas deciden apoyar la protesta e incluso ofrecen protección y escolta a los que se han reunido en la sede del Parlamento ruso junto a Boris Yeltsin. Desd el exterior, continua la presión politíca, los ministros de Exteriores de la Comunidad Económica Europea se reúnene en La Haya para supender la ayuda política a la URSS para protestar por la destitutición de Mijail Gorbachov.

El presidente del Congreso, José Bono, ha alabado la figura del rey don Juan Carlos, de quien ha dicho que esa noche se ganó el afecto del pueblo y la legitimidad que ya le venía por su sangre. El actual presidente del Congreso ha sentenciado "esa noche hizo más por la monarquía que todos sus antepasados juntos". Aunque Bono ha cerrado su discurso como lo inició Landelino Lavilla, destacando el valor del pueblo español, del que ha destacado su papel como auténtico protagonista de que no triunfase el golpe de Estado del 23 de febrero. También ha lamentado que no se le haya reconocido lo suficiente ese valor a los españoles.