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La Bolsa de Atenas ha cerrado la primera semana tras su reapertura con una caída acumulada del 15,12%, aunque tras el desplome del lunes, cuando se dejó un 16,23%, y las caídas del martes (-1,22%) y miércoles (-2,53%), logró rebotar este jueves un 3,65%. Finalmente, la sesión de este viernes ha subido un 1,45%. El valor en Bolsa de las cuatro grandes entidades griegas es hoy menor que la del banco español más pequeño. Para su recapitalización, calculan los expertos, necesitarán casi un tercio de los 86.000 millones de euros del tercer rescate que se negocia.

La Bolsa de Atenas se ha desplomado un 16,23% tras reanudar este lunes su actividad después de permanecer cerrada cinco semanas, desde que el Gobierno heleno estableciera controles de capital. Poco antes de abrir el mercado bursátil, la Comisión de Valores ha prohibido las ventas en corto y ha mantenido en un 30% el margen de fluctuación permitido sin que haya intervención. En el inicio de la sesión, el índice general ha registrado una caída superior al 22%, lo que supone la mayor registrada nunca en el mercado de valores griego. Dentro del desplome generalizado del parqué ateniense han destacado las fuertes caídas de los valores bancarios, cuyo índice sectorial ha terminado la jornada con un descenso del 29,92%.

  • El partido ha celebrado un intenso debate de doce horas que ha evidenciado una profunda división
  • Syriza celebrará un congreso extraordinario en septiembre a propuesta de Tsipras
  • El congreso se celebrará una vez concluidas las negociaciones para un tercer rescate
  • Una minoría ha solicitado la celebración inmediata para decidir si deben continuar las negociaciones

Los demandantes consideran que violó el mandato del pueblo griego por su comportamiento durante la negociación con los acreedores. La Fiscalía ha trasladado la demanda al Parlamento de Atenas. No es la única a la que se enfrenta el exministro de Finanzas porque cinco abogados preparan otra demanda en la que le acusan de apropiarse, presuntamente, de los números de identificación fiscal de contribuyentes y empresas. Lo que formaba parte de un plan ideado por Varufakis, con un sistema bancario paralelo a la moneda única, donde los pagos se harían en dracmas, en caso de corralito o de la salida de Grecia del euro.