Los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona han logrado este lunes un acuerdo "por unanimidad" sobre el futuro de Grecia, que abre la vía a un tercer rescate para la economía del país a cambio de una estricta condicionalidad -que incluye, entre otras medidas, la imposición de que Grecia apruebe antes del miércoles 15 de julio una reforma del IVA y del sistema de pensiones-.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha defendido su posición en el acuerdo entre Grecia y sus acreedores europeos para negociar un tercer rescate. Dice que tras una dura pelea han conseguido una financiación segura a medio plazo y avanzar en la reestructuración de la deuda.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha negado este lunes que en la reunión de líderes de la Eurozona haya habido una "venganza" contra Grecia por la convocatoria de un referéndum y ha confiado en que todos los países de la UE certifiquen el acuerdo para un tercer rescate de este país. No todos los partidos políticos ven el acuerdo con los mismos ojos. Los socialistas lo aplauden: alegan que se cierra así una puerta, la del ‘Grexit’ y acusan a Rajoy de tratar de sacar beneficio de la crisis griega.
Tras dos semanas de corralito, los ciudadanos griegos han cambiado su arraigada costumbre de pagar principalmente en metálico para hacerlo con tarjeta. Las compras con dinero de plástico han aumentado más de un 50% en las últimas semanas, según los comerciantes.
El paquete de medidas tendrá que aprobarse en el Parlamento griego antes del miércoles. Allí, Alexis Tsipras encontrará la opisición de algunos miembros de su partido y de su Gobierno. Ya en la votación de la última propuesta de reformas, 17 diputados de Syriza votaron en contra, se abstuvieron o no estuvieron presentes. Entre ellos, el ministro de Energía, el exministro de Finanzas Yanis Varoukakis y la propia presidenta del Parlamento.
Los líderes europeos, satisfechos por el acuerdo sobre Grecia. Lo importante es que hay acuerdo, decía Angela Merkel tras la cumbre, y que este tiene más ventajas que inconvenientes. "Han sido unas negociaciones duras; se han puesto unas condiciones duras para permitirnos estar convencidos de que el programa de rescate se puede realizar", ha dicho Merkel. Más conciliador, François Hollande asegura que se trata de un acuerdo histórico que permite a Grecia permanecer en el euro, lo que es positivo para toda Europa. Y reconoce a Tsipras el papel que ha jugado en la negociación: "Después de someter a votación en su parlamento algunas reformas, Tsipras ha hecho valer sus expectativas y proposiciones. Ha hecho una elección valiente".
Acuerdo unánime de la UE para el tercer rescate a Grecia. Han sido necesarias 17 horas de Cumbre para desbloquear las negociaciones. A cambio del dinero, Atenas acepta unas duras condiciones y recortes que le obligarán a aprobar por ley en 48 horas una subida del IVA, reformar las pensiones y privatizar empresas públicas. Bruselas le exige además como aval un fondo de 50 mil millones de euros.
Los líderes de la zona euro, exigen medidas inmediatas al Gobierno griego antes de negociar un nuevo rescate. Los jefes de estado y de gobierno, reunidos en Bruselas, tienen sobre la mesa el documento elaborado por el Eurogrupo en el que no descarta la salida de Grecia del Euro si no se llega a un acuerdo. Piden que el Gobierno heleno apruebe, antes del miércoles, entre otras reformas, ajustes en pensiones y el IVA.
Los jefe de Estado y de Gobierno de la eurozona analizan esta tarde la propuesta de Grecia para un nuevo plan de rescate. su llegada a la reunión de la eurozona el primer ministro griego, Alexis Tsipras se ha mostrado confiado en que esta noche haya acuerdo si las todas las partes quieren. La canciller Angela Merkel ya ha dejado claro que no habrá un pacto a cualquier precio. Hollande insiste en que Grecia debe permanecer en el euro mientras el presidente español advierte a Atenas que debe ganarse la confianza.
Los ciudadanos helenos asumen con resignación que el control de capitales se vaya a prolongar durante todo el verano.
Nueve horas de reunión ayer, más las de hoy, el Eurogrupo nunca lo ha tenido tan difícil para ponerse de acuerdo, a pesar de que Grecia se muestra dispuesta a plegarse a las principales exigencias de sus acreedores. Alemania, Holanda y Finlandia son los más intransigentes, no se creen que Atenas pueda cumplir sus promesas.
