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En Siria no se está cumpliendo la tregua pactada con motivo de la fiesta musulmana del cordero. El Gobierno y los rebeldes se acusan mutuamente de romperla.

La tregua en Siria se tambalea. Después de una noche de combates, esta mañana se han producido nuevos ataques en el sur del país y en la capital, Damasco, con al menos tres muertos. Solo han transcurrido unas pocas horas de la entrada oficial en vigor de la tregua de 4 días promovida por el mediador internacional. La televisión siria ha mostrado al presidente Bashar al Asad, que rara vez aparece en público, rezando en una mezquita de Damasco. Los opositores informan de que más de un centenar de personas han perdido la vida en los últimos enfrentamientos y en los bombardeos del régimen. La mayor parte de las víctimas se han producido en la ciudad de Alepo.

El enviado de la ONU a Siria asegura que ha propuesto un alto el fuego temporal al régimen de Bachar al Asad y a los rebeldes, y lo han aceptado. Pero Damasco matiza y dice que hasta mañana no se pronunciará. Esa posible tregua coincidiría con las Fiestas del Cordero, que comienzan mañana en muchos países musulmanes, entre ellos, Siria.

El presidente sirio, Bachar al Asad, ha decretado una amnistía para los presos encarcelados por delitos cometidos antes de este martes, 23 de octubre, a excepción de los insurgentes, considerados "terroristas" por el régimen. No es la primera vez que Al Asad decreta un indulto desde el inicio de la revuelta en Siria en marzo de 2011, ya que en ocasiones anteriores ha ordenado amnistías, que beneficiaban solo a aquellos presos que no fueran condenado por delitos de sangre.

La guerra en Siria está contribuyendo a la desestabilización del vecino Líbano; tres personas han muerto en las últimas horas en enfrentamientos entre partidarios y detractores del régimen sirio, tras el asesinato del jefe del espionaje policial. Hoy, el centro de Beirut ha amanecido tomado por el ejécito, que intenta restaurar el orden.