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El mediador internacional para Siria, el argelino Lajdar Brahimi, advirtió hoy en Damasco de la amenaza que supone para Oriente Medio y el mundo el conflicto sirio, tras reunirse con el presidente Bachar al Asad.

Al menos 17 personas han muerto y más de 40 han resultado heridas TRAS LA explosión de un coche bomba en el centro de Alepo, la segunda ciudad de Siria. La televisión siria habla de hasta mil kilos de explosivos en en el vehículo. Muchas víctimas continúan aún bajo los escombros. Alepo, centro económico de Siria, es uno de los centros de lucha entre el régimen de Bachar Al Asad y las fuerzas rebeldes. El presidente sirio siempre ha responsabilizado de estos ataques a "grupos terroristas". La violencia persiste en Siria en la víspera de que el nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lajdar Brahimi, se entreviste con el secretario general de la organización panárabe, Nabil al Arabi, en El Cairo para hallar una solución política a la crisis.

En Siria, más de un centenar de personas murieron el sábado, según la oposición, en los intensos bombardeos realizados por el ejército leal al presidente Al Asaad. Unos bombardeos que continúan este domingo en Alepo, Homs y en otras ciudades del este y el sur del país.

Consenso europeo en relación a Siria. Los Ministros de Exteriores reunidos en Chipre se plantean ampliar las sanciones contra el régimen sirio. Varios países europeos se muestran dispuestos a seguir a Francia y dar ayuda directa a la oposición siria en las zonas que controla.

Un coche bomba estalló hoy cerca del Ministerio sirio de Información en Damasco, lo que causó daños materiales pero ninguna víctima, apuntaron a Efe fuentes gubernamentales. La explosión se registró en un lugar ubicado entre el Ministerio de Información y el Palacio de Justicia en el barrio de Mezzeh, en el oeste de la capital siria, y dañó al menos seis vehículos, según las fuentes.

Decenas de personas han muerto este miércoles en Alepo por nuevos bombardeos del régimen sirio, según la oposición. Mientras, aumenta la presión internacional para que Al Assad abandone el poder. Dos potencias de la zona, Turquía y Egipto, dejan claro que apoyan el cambio en Siria.