El escritor Alejandro Palomas, ganador del premio Nadal en 2018, ha denunciado que con 8 años fue víctima de abusos sexuales por parte de un religioso del colegio La Salle de Premià de Mar. Una violencia que marcó su infancia, su vida y su obra. Ahora anima a levantar la voz contra estos casos, para que se investiguen.
Desde hace dos años, las diócesis españolas tienen una oficina de atención a víctimas de abusos sexuales por orden del Papa Francisco. En 2021, en la de Madrid, de los 49 casos de abusos sexuales que el proyecto atendió, diez de ellos fueron cometidos por sacerdotes o religiosos y cinco de las víctimas eran menores. Ofrecen ayuda psicológica y asesoramiento jurídico, pero distintas asociaciones de víctimas creen que su funcionamiento es poco efectivo y exigen que los agresores respondan ante la justicia.
La inmatriculación de bienes de la Iglesia parte de la Ley hipotecaria de 1946, con la que se permitía a los obispos inscribir cualquier bien, en principio, no dedicados al culto, sin tener que demostrar su propiedad. Años después, en 1998, el Gobierno de Aznar reformó esta ley para incluir dichos bienes y, desde entonces, se han recogido cerca de 35.000 inmuebles inmatriculados por la Iglesia. Ahora, la Conferencia Episcopal ha reconocido un listado con apenas mil bienes, es decir, menos de un 3% de lo recogido por el gobierno hace un año.
Andrés Valentín forma parte de la Coordinadora Estatal para la Recuperación del Patrimonio Inmatriculado por la Iglesia. Desde ahí piden al gobierno de Pedro Sánchez que cumpla con la promesa que hizo cuando era candidato "articular medidas normativas para revertir estos bienes".
Desde la coordinadora estatal calculan que el total de inmatriculaciones recogidas desde 1946 ronda las 80.000 lo que, según estiman, superaría los 100.000 inmuebles registrados. Entre ellos se recogen desde plazas o parques, hasta viviendas, locales o templos. "No hay tipo de bien inmueble que no esté en el catálogo de los inmatriculados", ha señalado Valentín en Las Mañanas de RNE.
Todavía se desconoce qué ocurrirá con las inmatriculaciones reconocidas en caso de que no aparezca el auténtico titular. De momento, nada asegura que estos bienes vayan a ser devueltos a los ciudadanos. "El acuerdo alcanzado no va a cambiar nada", ha indicado Andrés Valentín como representante de la coordinadora estatal para la recuperación del patrimonio inmatriculado por la Iglesia. Quienes, según ha añadido, se sienten "defraudados por la falta de cumplimiento de compromiso" por parte del Gobierno.
La iglesia de Madrid admite diez nuevos casos de abusos sexuales cometidos por parte de sacerdotes o religiosos. La mitad de las víctimas eran menores de edad cuando sucedieron los hechos, aunque denunciaron ya siendo adultas. Son datos del programa Repara, la oficina de atención a víctimas de abusos del Arzobispado de Madrid, en su segundo año de funcionamiento.
En Alemania, decenas de sacerdotes y colaboradores de la Iglesia Católica han declarado hoy, públicamente, su homosexualidad. Lo hacen, dicen, para que la iglesia abra los ojos y se modernice. Su paso coincide con el estreno de un documental sobre este asunto, en horario de máxima audiencia.
José Beltrán, director de la revista Vida Nueva, ha comentado en el 14 horas de RNE que el contenido del listado todavía es desconocido pero, opina, posiblemente esté compuesto por "bienes menores". Respecto a los pasos a seguir tras este reconocimiento, todavía son inciertos. Beltrán considera que, al no reconocer su titularidad, la Iglesia perderá cualquier posibilidad de mantenerlos. Sin embargo, en caso de no encontrar a los propietarios o herederos, se desconoce si pasarán a formar parte del Estado.
El Papa emérito, Benedicto XVI, ha admitido a través de un comunicado que estuvo en lareunión de 1980 en la que se habló de un sacerdote abusador. En su anterior declaración, Joseph Ratzinger aseguraba que no sabía nada de loscasos de abusos. Ratzinger dice que no está dando marcha atrás, sino que hubo un error en la transcripción de sus palabras. El Papa emérito segura que en esa reunión se trató solamente de hacer posible que aquel sacerdote contara con alojamiento en Múnich. La semana pasada se conoció la noticia de que el Papa emérito supo de cuatro casos de abusos sexuales cuando estuvo al frente de la archidiócesis de Múnich y no hizo nada. Benedicto XVI reitera su sentimiento de vergüenza y dolor por el sufrimiento de las víctimas y pide tiempo para leer al completo el documento: un largo informe que cubre un período de más de 70 años, incluyendo el periodo en el que Ratzinger fue arzobispo de la diócesis de Múnich. Informa Jordi Barcia, corresponsal en Roma.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, se han reunido hoy en la Sede Episcopal. En la nota posterior al encuentro, la Iglesia reconoce que, de un listado de 35.000 bienes inmatriculados que elaboró el Gobierno, han detectado cerca de 1.000 de los que no les consta ser los titulares.
Son bienes desconocidos para las diócesis: no les consta su inmatriculación o bien fueron vendidos, donados o expropiados. La Iglesia facilitará al Gobierno los datos para que este los comunique a los ayuntamientos y registros y se puedan iniciar los procesos de regularización. En esta lista, figuran bienes registrados entre 1998 y 2015, cuando una ley del gobierno de Aznar permitía inmatricular solo con una certificación eclesiástica. De los 35.000 bienes, 20.000 son templos u otras dependencias religiosas y 15.000 son terrenos, solares, viviendas, locales o incluso plazas o murallas.
Manuel Bretón, presidente de Cáritas, ha dicho que los datos económicos que arroja la crisis del coronavirus son malos. "Estamos mal, los datos no son los más optimistas". Cáritas ha constatado que la desigualdad ha aumentado durante la pandemia. "Los que más han sufrido esta crisis son los que peor estaban", ha dicho Bretón, que ha destacado que la sociedad española ha dado un ejemplo inmenso de solidaridad.
La Iglesia católica de Munich ha hecho público su informe sobre pederastia y en él aparece el nombre de Benedicto XVI. Según el documento, el entonces cardenal Joseph Ratzinger no hizo nada para evitar los abusos sexuales cometidos contra, al menos, cuatro menores.