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El Gobierno de Cantabria ha desactivado este martes por la tarde el plan especial de la comunidad autónoma sobre incendios forestales (INFOCANT), por lo que los cerca de 500 efectivos de la UME abandonarán la región. No obstante, se mantiene la alerta por riesgo elevado de incendios, según ha informado en una nota el Ejecutivo autonómico. Asturias espera poder prescindir de la ayuda militar este miércoles ante la mejora de los incendios en el Principado, que han quemado miles de hectáreas en los últimos once días. En Navarra, ha quedado controlado el incendio de Arantza tras afectar a 230 hectáreas y en Vizcaya el fuego de Berango ha quemado unas 200.

Después de seis días con más de 200 incendios Cantabria ha amanecido este martes libre de fuego. Aunque continua en alerta máxima porque la previsión meteorológica sigue anunciando viento sur. En total, el fuego ha arrasado 2.000 hectáreas. La lluvia de las últimas horas y los más de 600 efectivos desplegados en la zona, casi 500 de la Unidad Militar de Emergencias, han conseguido extinguir los últimos focos.

Decenas de incendios sigune activos Cantabria este lunes, la mayor parte de los focos se concentran en Cabuérniga-Los Tojos, donde continúa el despliegue de medios del Gobierno regional y la UME para sofocar los incendios declarados en los alrededores de Bárcena Mayor. En este municipio la situación está controlada y ya no hay peligro para la población.

La falta de lluvia y el viento sur están complicando las labores de extinción. En el caso de Navarra el terreno escarpado dificulta aun más el control de un fuego.
 

Ya está controlado el que se declaró en Arantza, en Navarra; pero se lucha también contra las llamas en Asturias; y el Gobierno de Cantabria ha pedido el refuerzo de hidroaviones para extinguir los 15 focos que se localizan en la región, en particular, en el valle de Toranzo.
 

En Australia los incendios forestales que arden sin control en los alrededores de la zona turística de Great Ocean Road, en el sur del país, han destruído hasta el momento decenas de viviendas. Varias localidades del estado de Victoria han sido evacuadas. Hasta el momento han ardido en la región unas 2.000 hectáreas de bosque. Más de 150 bomberos con el apoyo de hidroaviones y helicópteros tratan de controlar los frentes que avanzan sin control. Los fuertes viento y la configuración del terreno dificultan las tareas de extinción.