En la Fundación Fisabio, en Valencia, estudian las variantes del coronavirus para prevenir futuros brotes. Hablamos con siete mujeres entregadas a la ciencia, todas sobrecualificadas, encadenando contratos temporales desde hace años y, algunas, con sueldos inferiores a 2.000 euros al mes.
Gracias a un estudio de la Universidad de Alcalá de Henares, se ha descubierto que los neandertales, especie humana extinguida hace miles de años, poseían la capacidad de escuchar un rango de frecuencias compatible con el habla.
El tópico de que este humano, el Neandertal, era un ser poco evolucionado ha quedado destrozado. Según la investigación dirigida por la profesora Mercedes Conde, que ha analizado las cavidades auditivas de numerosos fósiles, los neandertales poseían la capacidad de comunicarse de manera compleja.
Este hallazgo pondría a los neandertales en una escala evolutiva muy superior al de otros homínidos. Lo que no se puede saber es qué idioma hablaban, pero lo más probable es que si les oyera hablar hoy, se podría distinguir que es un lenguaje humano. Un puzle, el de cómo era la comunicación de esta especie, que todavía se tiene que resolver.
Unha rede de expertos de Galicia e Portugal estudan o stock e as condicions idóneas para o cultivo de macroalgas con aplicacións en biomedicina, alimentación ou acuicultura. Innovación para que a industria desenvolva novos produtos como un xel cicatrizante, en fase de experimentación
Catedrática de Farmacología, directora del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Cantabria e investigadora, María Amor Hurlé describe un triste panorama actual de la investigación en España, pero lo que es peor, se confiesa pesimista respecto al futuro. Considera que la precaria situación de la investigación no mejorará, por intereses partidistas.
“Soy francamente pesimista, porque creo que la investigación no da frutos en el corto plazo, y los gobiernos solo piensan en general en el corto plazo. Entonces, realizar una inversión importante, que probablemente genere réditos a los siguientes, que probablemente no sean los de mi partido, no tengo claro que exista esa generosidad. El hecho de que la investigación básica no genere productividad a coro plazo, la convierte en muy poco deseable. Muchas veces pienso que si muchos de los investigadores básicos que trabajamos en este país cerráramos el laboratorio, no se podría nadie muy nervioso”, lamenta la doctora Hurlé.
Valora con un evidente tono de amargura cómo la importante inversión que se realiza en formar a científicos, paradójicamente, acaba beneficiando a otros países. “La precariedad laboral en la investigación es un gravísimo problema. Personas que hemos formado, enormemente cualificadas, les hemos proporcionado estudios universitarios, luego estudios doctorales, hemos subvencionado estancias postdoctorales fuera de España con un montón de dinero, y esas personas al final acaban en laboratorios extranjeros. Esos laboratorios se benefician de toda la inversión que hemos realizado. Y los que retornan a España, se ven sometidos a una precariedad que no es admisible”.
Catedrática de Farmacología, directora del Departamento de Fisiología y Farmacología de la Universidad de Cantabria e investigadora, María Amor Hurlé describe un triste panorama actual de la investigación en España, pero lo que es peor, se confiesa pesimista respecto al futuro. Considera que la precaria situación de la investigación no mejorará, por intereses partidistas.
“Soy francamente pesimista, porque creo que la investigación no da frutos en el corto plazo, y los gobiernos solo piensan en general en el corto plazo. Entonces, realizar una inversión importante, que probablemente genere réditos a los siguientes, que probablemente no sean los de mi partido, no tengo claro que exista esa generosidad. El hecho de que la investigación básica no genere productividad a coro plazo, la convierte en muy poco deseable. Muchas veces pienso que si muchos de los investigadores básicos que trabajamos en este país cerráramos el laboratorio, no se podría nadie muy nervioso”, lamenta la doctora Hurlé.
Valora con un evidente tono de amargura cómo la importante inversión que se realiza en formar a científicos, paradójicamente, acaba beneficiando a otros países. “La precariedad laboral en la investigación es un gravísimo problema. Personas que hemos formado, enormemente cualificadas, les hemos proporcionado estudios universitarios, luego estudios doctorales, hemos subvencionado estancias postdoctorales fuera de España con un montón de dinero, y esas personas al final acaban en laboratorios extranjeros. Esos laboratorios se benefician de toda la inversión que hemos realizado. Y los que retornan a España, se ven sometidos a una precariedad que no es admisible”.
Las mujeres representan un tercio de los investigadores en todo el mundo y en las academias científicas apenas son un 12 %. La salud es el ámbito científico en el que encontramos más mujeres, pero todavía son pocas las que alcanzan puestos de responsabilidad. Son datos de la UNESCO que, en este Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia, reivindica la necesidad de alcanzar la igualdad. [Foto: photoistock]
Tres equipos científicos trabajan con el coronavirus en el laboratorio de patógenos del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), una de las instalaciones de alta seguridad del país en este área. Múltiples sistemas hacen prácticamente imposible que pueda producirse un escape de los gérmenes con los que se investiga en la búsqueda de nuevos avances en la contención de la infección y su tratamiento.
Es extremadamente improbable queel coronavirus se escapase de un laboratorio, es la conclusión de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que viajó a China para estudiar su origen. Así, todo sigue apuntando a un origen natural y su creación en un laboratorio no es una hipótesis en la que se vaya a trabajar en el futuro, ha afirmado el jefe de la misión Internacional, el suizo Peter Ben Embarek. Para estos científicos, la hipótesis más probable es que el coronavirus se transmitiese de un animal a otro más cercano a los humanos, por ejemplo, uno doméstico. No obstante, a día de hoy desconocen qué especie inicial pudo contagiarlo.
10.000.000 de personas murieron por cáncer en 2020. Diversas organizaciones médicas alertan de que la pandemia está retrsando diagnósticos y que por lo tanto se está perdiendo mucho tiempo para salvar vidas. Hoy, Jornada Mundial en la Lucha Contra el Cáncer, escuchamos a Teresa que vió retrasado tanto su diagnóstico, las dos operaciones que sufrió así como el tratamiento posterior. A esto se suma que al estar de baja el sueldo se ve reducido al 70%. Pide apoyo pero también más investigación.