Barcelona será la tercera ciudad catalana, después de Lleida y El Vendrell, que veta la entrada de mujeres con burka, con velo integral, en los edificios municipales. Desde el ayuntamiento de la ciudad aseguran que se hace por motivos de seguridad, para garantizar la identificación de las personas.
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Ha dicho que entiende que se debe enseñar la cara en los espacios públicos y que de hecho ya lo hace.
Aseguran que se pone en la puerta de los locales frecuentados por prostitutas y clientes para intimidar a quienes pretenden entrar. Él lo ha negado todo.
El debate sobre la prohibición del burka y el niqab se produce a pocos meses de las elecciones catalanas.
Supuestamente habría acosado a prostitutas que trabajan en las calles próximas a su mezquita. Hay tres denuncias contra él por agresiones e insultos. El imán dice que no es un problema religioso y que sólo luchan contra la degradación del barrio.
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PSC ,CIU, PP y un concejal independiente han sumado fuerzas para sacar adelante esta ordenanza que entrará en vigor a finales de año.
El alcalde de Lleida argumenta que la prenda "dificulta la convivencia"
Prohibirá el uso del burka, el niqab o cualquier otra prenda que cubra la cara. La iniciativa propuesta por CIU, cuenta con el apoyo del gobierno municipal socialista, por lo que, salvo sorpresas, será aprobada mañana por el pleno. El texto pide además a la Generalitat y al Gobierno que regulen el uso del velo integral en la calle.
El alcalde de Lleida, Àngel Ros, del PSC, explica en el programa 'En Días Como Hoy' de RNE que la prohibición en los espacios públicos del burka y el niqab que se aprobará el consistorio con el apoyo de CiU se adopta porque estas prendas, que cubren todo o casi todo el rostro de las mujeres, vulneran el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres.
Ros argumenta que "en un espacio de convivencia no se puede con ir con algo que dificulta la convivencia" y niega que se esté planteando la moción en términos religiosos. Asegura que el consistorio es "absolutamente tolerante" con las creencias religiosas, pero añade que por encima de ellas está la igualdad.
Un informe jurídico determinó que el ayuntamiento sólo puede regular la vestimenta en los espacios públicos pero no en la calle.
El alcalde de Lleida -localidad que cuenta con una tasa de inmigración del 21%, la mitad de ellos musulmanes- asegura que existe "un buen nivel integración" pero que se ha detectado "un crecimiento de discursos dogmáticos y de este tipo de vestimentas". Con la moción, lo que se pretende, explica el regidor, es hacer frente a la situación "cuando todavía no se ha hecho grande" (27/05/10).
