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La relación entre el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y Carles Puigdemont no ha sido fácil desde que el expresident huyó de la justicia. En estos casi siete años se han intentado tender puentes con cesiones y diversas negociaciones. Margarita Iñesta profundiza sobre otros posibles peajes tras la investidura de Salvador Illa y consecuencias en la legislatura actual en el Congreso de los Diputados.

Carles Puigdemont, después de siete años exiliado, ha hecho su aparición esta mañana en el Arc de Triomf de Barcelona ante los simpatizantes de Junts, en un acto previo al inicio del debate de investidura que se desarrollaría a escasos metros de allí, en el Parlament catalán. Tras el acto, el expresident se ha dado a la fuga, presuntamente ayudado por un Mosso d'Esquadra, que ha sido detenido, y se ha puesto en marcha un operativo para su búsqueda que ha cerrado Barcelona durante unas horas: la 'Operación Jaula'.

Inma Viudes, portavoz de SAP-FEPOL, el sindicato mayoritario del cuerpo de los Mossos d'Esquadra, ha explicado en 24 horas de RNE que "las explicaciones del departamento de Interior y de la dirección general llegan tarde" y que "el prestigio y la imagen de los Mossos han quedado muy dañados". Sobre los mossos detenidos por presunta colaboración en la huida de Puigdemont: "El 99,9% de los Mossos d'Esquadra hacen su labor con una estricta neutralidad política, luego lo que cada cuál piense en su casa es cosa suya", ha valorado.

El año pasado, tras las elecciones generales, Junts recuperó el protagonismo perdido. Pedro Sánchez necesitaba los votos de los de Carles Puigdemont para seguir en la Moncloa. Desde Bruselas, el 'expresident' ponía las condiciones y hacía hincapié en una línea roja para el PSOE que poco a poco se fue difuminando. La investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo dio tiempo al Gobierno para negociar con Junts. 

El secretario de Organización socialista asumió el peso de la negociación. Esta reunión simbolizó la recta final de unas conversaciones que culminaron en noviembre. Acuerdo que puso sobre la mesa términos como law fair y que recogía la amnistía. Una ley que empezó a tramitarse tras la investidura de Sánchez y que, aunque peligró en varios momentos, finalmente quedó aprobada en mayo.

En mitad de la tramitación, Pere Aragonès adelantó las elecciones. Un Puigdemont reforzado se presentó como el líder indiscutible de Junts y trató de aglutinar bajo su candidatura a todo el independentismo. Se postuló como candidato a la presidencia y prometió regresar a España para la investidura, pero no lo consiguió. En plenas negociaciones para investir a Illa, Junts tumbó la senda de estabilidad retrasando los Presupuestos Generales de 2025. Una clara advertencia de hasta qué punto puede ser inestable la legislatura a partir de ahora. 

Foto: David Zorrakino / Europa Press

Juan Fernández, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Popular en Cataluña, ha reaccionado al pleno convulso vivido hoy en el parlament: "Esto es un esperpento por el espectáculo que hemos vivido por la mañana y después por las interrupciones. La investidura de Salvador Illa reactiva el procés", ha afirmado Fernández que cree que la huida de Puigdemont y la investidura de Illa no trae a Cataluña ninguna nueva etapa: "Puigdemont lanzará una nueva hoja de ruta de chantajes a Sánchez", ha considerado y ha negado que en el horizonte pueda existir un frente común entre Junts y su partido: "Evidentemente que no", ha contestado a Adrián Ferro en 24 horas de RNE.

Todo estaba preparado en el Arc de Triomf de Barcelona para que a las 9 de la mañana del 8 de agosto hiciera su llegada Carles Puigdemont a un acto de Junts, previo al debate de investidura del próximo president catalán a escasos metros de allí. El expresident, exiliado y a quien aún no se le ha aplicado la amnistía, volvía al país tras siete años fuera aclamado por los suyos, convocados por el partido, y por las organizaciones independentistas ANC y Ómnium Cultural. En el discurso que ha pronunciado seguía defendiendo ser una víctima de la represión. Si bien, el desenlace, inesperado, fue su huida en un coche blanco con la connivencia de, al menos, dos mossos d'esquadra que han sido detenidos, e inmediatamente después se ha activado la Operación 'Jaula' por toda la ciudad condal y parte de Cataluña que ha colapsado los accesos a Barcelona, así como la frontera en La Jonquera, sin ningún éxito y acabado con Carles Puigdemont en paradero desconocido. Nuestra compañera de RTVE Catalunya, Nuria Alcalá, nos explica el desarrollo de una jornada atípica.

"No sé cuándo nos volveremos a ver" decía Carles Puigdemont en su discurso, en Barcelona tras siete años fugado. Justo después se marchaba. "Vamos", le pide su abogado Gonzalo Boye y desaparecen. Ese es el momento en el que Puigdemont desaparece hoy tras su vuelta a España.

No es la primera vez que Carles Puigdemont esquiva la prisión. El expresidente de la Generalitat lleva casi 7 años huyendo de la Justicia, desde que se marchó en un coche a Bélgica tras el referéndum ilegal del 1 de octubre. Puigdemont ha sido detenido en estos años en un par de ocasiones en Alemania y Cerdeña, aunque nunca ha sido extraditado a España.

El diputado de Junts, Albert Batet, ha empezado su discurso en el pleno de investidura de Salvador Illa advirtiendo del contexto de "excepcionalidad" bajo el que según dice se está celebrando. Batet ha agradecido a "las miles de personas" que según él han asistido al recibimiento de Carles Puigdemont en el Passeig Lluís Companys en la mañana de este jueves.

Batet ha querido aprovechar su intervención para condenar lo que considera un "escándalo", refiriéndose a las cargas policiales que se están, dice, llevando a cabo, frente al Parlament de Cataluña y ha denunciado "el montaje de jaulas" que se ha puesto en marcha para dar con Carles Puigdemont. "La policía busca a Puigdemont como buscaba las urnas el 1-0", ha señalado el diputado de Junts. El diputado del partido de Puigdemont ha hecho también alusión a Illa como el candidato bajo cuyo proyecto Cataluña permanecerá "en un 155 constante".

El 'expresident' de Cataluña Carles Puigdemont ha vuelto a España tras casi siete años huido de la justicia española desde que en 2017 protagonizase el 'procés' y lo ha hecho en medio de una concentración de fieles en el Passeig de Lluís Companys de Barcelona y una hora antes del pleno de investidura del socialista Salvador Illa. “He venido para recordar el derecho de Cataluña a decidir su futuro”, ha asegurado durante su intervención.

"Hace años que se inició una dura represión, el exilio, que ha afectado a miles de personas, por ser independentistas", ha continuado el político catalán, quien ha mantenido que  la situación no será normalizada "mientras no se detenga la politización de la justicia, mientras se permita al PP controlar la Sala Segunda del Supremo por la puerta de atrás y que Vox ejerza la acusación policial. Pero a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que nos han querido hacer mucho daño, hoy he venido aquí para recordarles que seguimos aquí". 

""El derecho autodeterminación pertenece a la gente, a los pueblos, nadie desde la política tiene derecho a renunciar a un derecho colectivo, el derecho del pueblo de Cataluña a decidir su futuro", ha dicho.