En argentina, detenida una tercer sospechosa por el ataque a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es una amiga de la pareja del principal acusado.
La primera ministra británica Lizz Truss se ha reunido hoy con el nuevo gobierno y ha tenido su primera sesión de control en la Cámara de los Comunes. Vladimir Putin se ha referido hoy desde Vladivostok a las sanciones impuestas por los países europeos y también a Turquía, a quien pide una revisión del acuerdo de exportación de grano desde los puertos ucranianos. Analizamos los cambios acometidos por el presidente chileno Gabriel Boric en su gabinete con el analista chileno Miguel Ángel López y nos detenemos en Indonesia, donde el descontento social por la subida de los precios y la situación económica va en aumento.
La mayoría de los chilenos ha rechazado este domingo la propuesta de nueva Constitución en el país con casi el 62% de los votos, resultado que mantiene de momento el texto actual, redactado en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia.
"Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara", ha reconocido el presidente chileno, Gabriel Boric. El mandatario, partidario del cambio constitucional, ha anunciado que a partir del lunes trabajará de la mano "de la sociedad civil y del Congreso" para buscar un "itinerario constituyente" y darle celeridad a un nuevo proceso.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, asume la derrota. El 62 % de los chilenos ha votado "no" al texto constitucional que propuso y, por ello, se ha comprometido a impulsar un nuevo proceso constituyente con el Congreso y las fuerzas sociales.
Boric ha afrontado la decisión del pueblo. "También, quienes hemos sido históricamente partidarios de este proceso de transformación, debemos ser autocríticos sobre lo obrado. Los chilenos y chilenas han exigido una nueva oportunidad para encontrarnos. Y debemos estar a la altura de este llamado".
Carlos Malamud, investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano (RIE), analiza en el Canal 24H las causas del rechazo al proyecto de reforma constitucional en Chile. "Ni la Constitución heredada de Pinochet, aunque reformada en democracia, ni la redactada por la asamblea constituyente convencían a los chilenos". La Carta Magna propuesta, y que ha sido rechazada por el 62 % de los chilenos, era, según Malamud, "sumamente contradictoria, a la hora de definir a Chile como estado pluriétnico y plurinacional, a la hora de dar más poder al Congreso que al Senado, ensombrecer la independencia del Poder Judicial... Y todo esto en un texto muy largo, farragoso y contradictorio".
Malamud cree que el resultado de la consulta obligará al presidente chileno, Gabriel Boric, a hacer cambios en su gobierno, pero que hay suficiente consenso político en Chile para continuar con el proceso de reforma.
Cristina Manzano, directora de esGlobal, ha asegurado en La Hora de La 1 de TVE que la sociedad chilena "quiere reformas" pero que no está de acuerdo con la forma en que se ha presentado el cambio constitucional, y por eso lo ha rechazado en referéndum.
"Sociedad y partidos están dispuestos a continuar con el cambio de la Constitución, pero no en la forma en que se ha presentado", ha explicado Manzano. "El texto no ha cuajado con más del 60% de los votantes, para muchos se ha ido demasiado a la izquierda y ha roto con la necesidad de consenso".
Manzano recuerda que el proceso de elaboración de la propuesta de la nueva Carta Magna ha tenido como protagonistas a diputados constituyentes con "completamente atípicos, no de los partidos políticos, sino con un grueso de independientes". Tras el rechazo, "se vuelve a la institucionalidad, y van a tener que ser las instituciones, la presidencia, los partidos políticos y el Congreso, los que tienen que definir como seguirá". "Es una paradoja, pero sigue siendo un experimento político muy interesante el que sigue viviendo chile", considera Manzano. Un proceso que además se está produciendo "de una forma democrática impecable" y sin violencia.
Una abrumadora mayoría rechazó este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62% de los votos, resultado que mantiene de momento el texto actual, redactado en 1980 por la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990) y reformado parcialmente en democracia.
"Ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de forma fuerte y clara", reconoció en cadena nacional el presidente chileno, Gabriel Boric. El mandatario, partidario del cambio constitucional, anunció que a partir del lunes trabajará de la mano "de la sociedad civil y del Congreso" para buscar un "itinerario constituyente" y darle celeridad a un nuevo proceso.
Los categóricos resultados, añadió, "exigen a nuestras instituciones que trabajemos hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todos, que dé confianza". La opción de aprobar el nuevo texto, que declara a Chile un Estado social de derecho y ha sido definida como la más feminista y una de los más vanguardistas del mundo en materia de igualdad de género y protección de la naturaleza, cosechó solo el 38% de los apoyos.
Los chilenos están obligados por ley a votar en el plebiscito constitucional, pero también han acudido en masa a los centros de votación movidos por un deber cívico. En sus manos está aprobar o rechazar una nueva propuesta de Constitución, más social y estatalista que la vigente, de esencia neoliberal y sello dictatorial. El presidente, Gabriel Boric, asume que sea cual sea el resultado, habrá que volver a unir al país.
Foto: Ciudadanos votan el plebiscito constitucional en el colegio electoral instalado en el Estadio Nacional, en Santiago (EFE/Alberto Valdés)
Chile vive este domingo un momento decisivo en su historia, la última parada de un trayecto que empezó con el estallido social de 2019. Más de 15 millones de personas votarán a favor o en contra de una nueva Constitución del país. De ser aprobada, la Constitución convertiría a Chile en un Estado democrático y social, que pondría en el centro los derechos sociales, la igualdad de género y el medio ambiente, y sería el adiós definitivo a la heredada de la dictadura de Pinochet. Este nuevo texto también exigiría el consentimiento de los indígenas en las cuestiones que afectan a sus derechos y un sistema público de pensiones, entre otras.
Informa Íñigo Herráiz, corresponsal de RTVE, y Gabriel Herrero