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La Justicia brasileña ha decretado este viernes la puesta en libertad del expresidente Luiz Inázio Lula da Silva, tras la decisión de la Corte Suprema, que considera inconstitucional la prisión cuando todavía quedan recursos. El dirigente del PT cumple condena en la cárcel de Curitiba desde abril de 2018, condenado a ocho años y diez meses por corrupción en la operación Lava Jato. La expectación a las puertas de la cárcel es máxima, puesto que su salida es inminente.

El Tribunal Supremo de Brasil ha modificado su doctrina y esto abre una posibilidad para que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva pueda salir de prisión. Este nuevo sistema establece que los condenados en segunda instancia, como es el caso del expresidente, no tengan que entrar en prisión hasta que no agoten todos los recursos. Una medida de la que se podrían beneficiar unos 5.000 reclusos brasileños.

La defensa del expresidente va a presentar un recurso para exigir su puesta en libertad inmediata. Ya en los tribunales, será el mismo juzgado que decretó su entrada en prisión el que tome la decisión.

Lula da Silva lleva aproximadamente un año y medio en prisión cumpliendo una condena de 12 años de cárcel por delitos de corrupción.

En la capital de Chile, las protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera se extienden hacia los barrios más ricos de la ciudad, como el de la Providencia. Santiago se ha convertido en el epicentro de las movilizaciones que cumplen ya tres semanas.

Los enfrentamientos se han producido a las puertas, incluso, del Costanera Center, el centro comercial más grande de Latinoamérica y un ícono del crecimiento económico del país. Algunos encapuchados han reventado escaparates y saqueado negocios.

Las manifestaciones, las más graves desde la caída de la dictadura, se iniciaron hace 20 días como respuesta al aumento del billete del metro pero pronto se transformaron en una protesta contra la desigualdad. Gasta el momento ha habido al menos 20 muertos. Varias organizaciones de derechos humanos han denunciado la dureza utilizada por la fuerzas de seguridad. La Fiscalía investiga la participación de varios agentes en la muerte de cinco personas.

Nueve miembros de una familia de mormones han sido asesinados este lunes en un violento ataque en una carretera del norte de México que se atribuye a un choque entre cárteles que se disputan la región. Seis de las víctimas, que tenían nacionalidad estadounidense, eran niños.

Después de hacerse pública la masacre, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha ofrecido ayuda militar a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para combatir a los cárteles de la droga en México.

Se recrudecen las protestas en Chile que dejan ya 23 muertos según la Fiscalía del país. Algunos organismos acusan a las fuerzas de seguridad de cometer graves violaciones de derechos humanos. El presidente, Sebastián Piñera, niega que haya habido abusos y asegura que no dimitirá porque -dice- fue elegido democráticamente por la mayoría de los chilenos.

Lo han llamado superlunes. 70 organizaciones sindicales y sociales convocaron este lunes marchas pacíficas en la capital chilena, que acabaron siendo violentas en Plaza Italia, el epicentro de las protestas que comenzaron ya hace 18 días.

"Estamos en la calle por dignidad, por trabajo, por salud, por vivienda, porque tenemos derechos que no están siendo respetados en este país", decía uno de los manifestantes.

El Instituto Nacional de Derechos Humanos denuncia la violencia de los agentes en las manifestaciones. Desde que comenzaron hay cuatro mil detenidos y han muerto 20 personas según el Gobierno, 23 según la Fiscalía. Cruz Roja ha contabilizado tres mil heridos. El lunes durante las manifestaciones dos mujeres policía salieron ardiendo cuando les lanzaron varios cócteles molotov.
 

El presidente electo Alberto Fernández prometió terminar con el sufrimiento de los argentinos durante la celebración de su victoria electoral el 27 de octubre. El presidente saliente, Mauricio Macri, dijo algo parecido cuando ganó en diciembre de 2015. Cuatro años después, el balance de Macri es un país más endeudado, la economía en recesión, una divisa devaluada y la inflación por las nubes. El reportaje de la corresponsal de TVE en Buenos Aires para Informe Semanal se centra en ese tercio de argentinos, 15 millones sobre una población de 44, que vive en la pobreza. El poder adquisitivo de los sueldos ha caído un 305 en los últimos cuatro años y todos los indicadores, incluido el empleo, se han hundido.

Los chilenos han vuelto a manifestarse este sábado en Santiago y en otras ciudades del país para pedir el cambio de gobierno y la lucha contra la desigualdad social. Las protestas ya han producido que la COP tenga que trasladarse a Madrid y numerosas pérdidas en el turismo.